viernes, 29 de febrero de 2008

VIOLENCIA DE GENERO: CUATRO MUJERES ASESINADAS

Puede que haya alguna persona que me pueda acusar de machista o misógino, pero, ante esta falsedad, hay que decir a palabras necias oídos sordos. Pues bien este martes se produjeron cuatro asesinatos de mujeres a manos de sus parejas con lo que la cantidad de víctimas de la violencia de género en lo que va de año es de 17. Una cifra que, con el promedio que lleva, de más de 8 mujeres al mes, puede ascender a un terrorífico anual de 102. Lo que supone un negro record para nuestro país. Con lo que se demuestra el estrepitoso fracaso de la Ley Orgánica 1/2004.

Lamentablemente ya denuncié los tremendos fallos que tiene esta Ley, lo dije porque, por razones obvias, conozco su aplicación. Esta nueva regulación ha supuesto volver a la medieval teoría del Derecho de Autor, en el que se pena distinto dependiendo de qué personas cometan los crímenes. Se ha hecho una discriminación inconstitucional a la hora de tipificar como delito la conducta cometida por un hombre, diferenciándola de los hechos perpetrados por la mujer. Así tenemos el famoso art. 153.1 del Código Penal, del que se segrega, aunque sea el mismo hecho, el art 153.2, que remite al art. 173.2. En conclusión, si un mismo hecho tiene como víctima una mujer a manos de su pareja, el autor se le castiga por el 153.1; si es el resto de la familia la víctima, se le aplica el art. 153.2.

Otra de las atrocidades jurídicas que denuncié fue el haber tipificado como delitos hechos que eran antes faltas y que lo siguen siendo si las víctimas son otras. En cambio, no han tocado, para nada, los delitos más graves, y eso que son los hechos más reprochables. Con este nuevo marco legal, cualquier disputa en el seno familiar puede acabar en el Juzgado. Han conseguido, con esta Ley, saturar los Tribunales de Justicia. Se está despilfarrando recursos públicos en cuestiones de nula relevancia penal. Porque una simple denuncia, aunque sea inventada, al no necesitar más que la palabra de la presunta víctima, inicia la maquinaria penal, que es usado, por algunas, para conseguir una buena tajada en un procedimiento de divorcio. Esto en la realidad genera más problemas que soluciones.

Esta pésima Ley, de cuyas consecuencias nefastas esta padeciendo la sociedad española, ha sido engendrada por un feminismo que anhela un mundo idéntico la de la isla de la película “Wicker Man”, en el que el papel del hombre es el de zánganos. No ha sido una Ley para luchar contra la violencia, sino para fastidiar a los hombres. Es un feminismo igual de nefasto que el machismo o la misoginia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Malos Tratos; por Carlos Norberto Mugrabi.
La erróneamente- llamada “violencia” contra (¿?) la mujer en España es un legado, un atavismo de la dominación árabe musulmana. Así que misóginos, xenófobos, apostólicos romanos, (ignorantes, en resumen) ya veis que líneas os determinan.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Podrías desarrollar más su opinión?