EL CARA A CARA ENTRE RAJOY Y RODRIGUEZ: EL PRIMER ASALTO

A la hora de analizar el primer debate entre Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, voy a hacerlo con todo el rigor que me sea posible, en consonancia con las opiniones emitidas en mi blog, en las que dejo de un lado mi carné de afiliado. Pues bien, ayer sí que hubo debate, a diferencia del jueves de la semana pasada, que fue prácticamente un monólogo de los números 2 de cada partido, en el que Solbes dio la apariencia de ser una persona solvente, sobre todo por su seriedad, pero en cambio no refutó ninguna de las afirmaciones de Pizarro, ni tampoco puso encima de la mesa las propuestas socialistas, ni siquiera la famosa de los 400 €. En cambio, el ex Presidente de Endesa, que defraudó en las expectativas que se habían generado en torno a su figura, se dejó llevar por la lucha de cifras, a parte de notársele como un novato en la política. En resumidas cuentas, no hubo ganador del debate porque sencillamente no lo hubo.

En cuanto al debate de los candidatos a la Presidencia del Gobierno, se notó mucha soltura a Mariano Rajoy, como buen parlamentario que es. Se benefició del formato que le daba igualdad de armas con respecto al Presidente del Gobierno, aunque éste cerrase los debates. Diferencia que se notó con respecto a los debates parlamentarios, en concreto los del estado de la Nación, en el que el líder de los populares quedaba encorsetado por el tiempo que se le daba, quedando indefenso por el tiempo ilimitado que tenía Rodríguez, por su condición, utilizando además los golpes bajos cuando cerraba los intercambios con el líder de la oposición. El hecho de que la configuración actual le beneficie ha facilitado su decisión de incumplir deliberadamente su programa electoral.

A Mariano Rajoy le vi muy brillante, aunque no sacó todo su potencial, fue ingenioso y con rapidez y frescura mental en las respuestas, además pudo hacerle mucho más daño del que le inflingió, desterrando del debate la gestión del Gobierno socialista de González que tanto aplaudió recientemente. Sólo lo tocó ligeramente para refutar las afirmaciones que realizó su oponente con respecto a la gestión de sus Ministerios y a las comparaciones en materia económica. En cambio nuestro Presidente del Gobierno no supo defender su gestión más allá de sacar a Aznar, con manipulación de datos incluida, como poner encima de la mesa el precio global de la vivienda, no el de las viviendas de protección oficial a las que ni contesto. Pese a que le replicó con el ejemplo de la Comunidad de Madrid, obvió que la competencia es de las Comunidades Autónomas.

La brillantez y la rapidez mental quedaron constatadas en varias partes del debate, dejando sin argumento alguno a Rodríguez, como se ha podido comprobar en los 400 €, que no supo defender; en la crítica a la irresponsabilidad del PP de ser agoreros con la unidad de España, en el que, como réplica, le recordó la advertencia de González, Guerra y Leguina de que el PP estaba llevando a España a un proceso centrífugo, a parte de recordarle el Pacto del Tinell y de la consecuente ruptura del consenso en materia autonómica. Además estuvo especialmente agudo y acertado cuando resumió la política internacional de ambos partidos con la siguiente frase “usted con Chaves y Castro y yo con Sarkozy y Merkel”. Aunque podía haberle replicado al acto de patriotismo de defender a su antecesor en la Cumbre Iberoamericana, que no era por patriotismo sino por obligación inherente a su cargo, que, por cierto, la campaña fue iniciada por la irresponsabilidad del Ministro de Exteriores en 59 segundos cuando el Presidente venezolano estaba en nuestro país de visita oficial, y que debería haber cumplido perfectamente su obligación mandándole él callar al que le interrumpía constantemente, evitando que Su Majestad tuviera que intervenir.

En cuanto al terrorismo, a las contradicciones y mentiras del Presidente del Gobierno, no supo defenderse, sólo siguió el guión en la defensa de su gestión en esta materia. Si hubiese sido más inteligente, debería haber entonado el mea culpa y su compromiso firme de no volver, ni siquiera, a dialogar con ETA. Con esto habría demostrado humildad y se habría quitado una carga pesada de encima. Por otra parte, Rajoy no desmontó la afirmación de Zapatero en la que apoyó a Aznar en la desafortunada frase en la que metió el Movimiento de Liberación Nacional Vasco, puesto que, en aquellas fechas, él no era líder de la oposición, ni tampoco echó abajo la afirmación de que el PSOE apoyó ciegamente al PP, sacando a la luz ciertas afirmaciones socialistas. Y, por último, emborronó su intervención con la acusación de que Zapatero agredió a las víctimas.

Prueba de que mi análisis no está alejado de la realidad es que incluso El País afirmó que había un empate, aunque luego dijera, en segunda edición, que ganó Zapatero por puntos; El Periódico de Cataluña, ídem; no cuento la opinión de Público porque, otra vez más, demostró de que su periódico vale tanto como el precio que tiene. Los demás medios, El Mundo, ABC, La Razón, La Vanguardia, ADN y, según Carlos Herrera, todos los periódicos digitales.

Por último, quisiera analizar la encuesta de TNS Demoscopia para el grupo Antena 3. En primer lugar, quedó otra vez demostrado que los votantes de cada partido consideran que su candidato ha ganado y que a Zapatero se le suma los de los otros partidos. En cuanto a los resultados en sí, hay que percatarse que los 10 puntos de ventaja que le sacó Solbes a Pizarro, se redujo a apenas a 6. Este dato es significativo porque si partimos de las últimas encuestas de intención de voto, el PP ha conseguido, al menos, reducir con el debate distancia con respecto al PSOE. Más significativo aún es que, por ejemplo, en Cataluña, donde en 2004 consiguió un 15,58% de los votos, el 26 % de los catalanes que, según TNS Demoscopia, consideró que ganó Rajoy; en Madrid, consiguió estar un punto por encima del PSOE en los últimos comicios generales, y ayer conseguió la aprobación de 8 décimas más, contando que, entre los que han dado como ganador a Zapatero, están los votantes de IU, que en las últimas generales obtuvo el 6.43% de los votos. Y, en Valencia, sacó Rajoy casi 10 puntos, teniendo en cuenta que en las últimas generales en la Comunidad Valenciana obtuvo sólo poco más de cuatro puntos sobre el PSOE.

Por eso no es de extrañar que Rajoy saliera ayer de IFEMA con la sonrisa en la boca y haciendo comentarios a la prensa, mientras que su oponente salió pronto del recinto; y que José Luis Rodríguez Zapatero haya tenido que rehacer su agenda electoral. No obstante, que haya salido victorioso no significa que ya tenga ganada las elecciones y cometería un tremendo error si acude al segundo cara a cara a empatar, como hizo su oponente en el primero. Los excesos de confianza se pagan caro, como le ocurrió a Aznar en el 93.

P.D.: Pido disculpas a los lectores de mi blog por no haber colgado antes ningún artículo, pero, como mi buen amigo Victor Manuel dijo, tuvimos un ligero problemilla con Telefónica a la hora de tramitar la portabilidad a otra compañía.