martes, 19 de febrero de 2008

LA INDIGNIDAD EN LA POLITICA reedición

Artículo publicado en el diario La Nueva España, en la sección de cartas al director, el 3 de julio de 2007.

Después de constituirse los ayuntamientos y los parlamentos autonómicos, con la correspondiente formación de sus gobiernos se ha comprobado la indignidad y la falta de decencia y de espíritu democrático de la clase política. Se ha podido ver el desprecio constante al veredicto de las urnas, a los ciudadanos, con tal de repartirse el poder. Es el mercadeo de intereses personales en el que han convertido lo que debería ser un noble servicio ciudadano. Es el todo vale con tal de ocupar moqueta y coche oficial. Da igual con quién se pacte, sea de izquierdas, derechas, nacionalistas, verdes o todos a la vez, y qué es lo que se ceda si, al final, se consigue el objetivo. Es el desprecio al programa electoral presentado porque el que se va a cumplir es básicamente el de sus socios o, peor aún, se paraliza la acción de gobierno cuando son totalmente incompatibles.

¿Quién o quiénes son los principales culpables de pervertir la voluntad de los ciudadanos afirmando indecentemente que han querido un cambio? Sin duda alguna, y los hechos lo demuestran, son los actuales dirigentes del Partido Socialista. Ya que es habitual que con tal de ocupar poder lleguen a ser capaces de pactar, como ya dije, a cualquier costa. No pierden la ocasión cuando su principal rival, el Partido Popular, no ha sido capaz de lograr, aunque sea por un solo voto, la mayoría absoluta. Es, sin lugar a dudas, el actual PSOE una bicoca para partidos con escasa representación. Con este planteamiento es normal que ahora su objetivo no sea el conseguir el mayor número de votos posible a través de propuestas serias y coherentes y de la buena gestión, sino asaltar el poder con el apoyo de partidos minoritarios, sean cuatro, cinco o seis, aunque sean completamente antitéticos entre sí. Tampoco es de extrañar que, en alardes de sinceridad, reconozcan que, cuando sigue siendo el partido más votado, es porque la principal fuerza política de la oposición no lo ha hecho bien. Con esta mentalidad, esperan y desean, aun cuando tienen responsabilidades de gobierno, que se hunda o rompa su adversario. El que tengan en frente a una alternativa seria de gobierno es para ellos una molestia en sus anhelos de perpetuarse en el poder, no un aliciente para mejorar en su oferta política. Su gran deseo es encontrarse en la situación que España vivió cuando la UCD se deshizo. Toda esta mentalidad, desde luego nada progresista, es una renuncia a gestionar bien cuando tienen la oportunidad, por eso es normal que, de las 50 capitales de provincia, el PSOE sólo haya conseguido 15 mayorías, tres de ellas absolutas (supongo que son la excepción a la regla), a diferencia de su adversario, que ha conseguido 33 mayorías, de las cuales 19 son absolutas.

En efecto, cuando el objetivo es el poder, es normal que se lleven a cabo tripartitos o pentapartitos o, si es menester, ceder la presidencia a alcaldía a partidos minoritarios. Estos atentados contra la decisión de los ciudadanos expresada a través de las urnas se acaban pagando tarde o temprano, y en algunos lugares ya le han pasado la «dolorosa», como en Cantabria, convirtiéndose en la tercera fuerza del Parlamento; o cuando el forzado pentapartito balear salido hace ochos años fue castigado en los siguientes comicios, y, por supuesto, que no quepa duda alguna, le volverá a ocurrir lo mismo en 2011.

Para evitar que se mercadee con los votos de los ciudadanos, en vista de que actúan de manera irresponsable, debería procederse a modificar la legislación vigente para establecer un sistema que respete la voluntad de los electores a la hora de confeccionar gobiernos. Personalmente, me decanto por la doble vuelta para proclamar presidentes o alcaldes cuando no se ha obtenido mayoría suficiente, manteniéndose la composición de los parlamentos o consistorios surgida en primera vuelta en aras de seguir cumpliendo con el principio de pluralismo político. De esta manera, se evitaría que los partidos minoritarios tuvieran una presencia desproporcionada en las instituciones a través de sus constantes chantajes.

10 comentarios:

Fin de los Tiempos dijo...

Menuda muestra de indignidad política estamos teniendo ahora mismo en Madrid, con Rosa Díez llorando en su conferencia en la Complutense al saber que un centenar de radicales la esperan en la puerta para agredirla...

Unknown dijo...

¿Culpa de Zapatero lo de la pobre Rosa Díez? No. Consecuencia de la kamikaze forma de hacer política del PP estos últimos cuatro años.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Cuando lei tu mensaje en el correo no lo entendí, pero ahora me acuerdo que fin de los tiempos dejó mensaje. Salvo que fin de los tiempos diga lo contrario, no ha dicho que la culpa de lo de Rosa Díez sea de Zapatero. Al menos eso entiendo yo.

Unknown dijo...

No Jose, lo digo yo antes que nadie se le ocurra. Por cierto, esto no es EEUU para tener un sistema bipartidista Jose, los pequeños tienen que contar y mucho.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Te veo aplicando la política preventiva. Aunque lo mejor es actuar a hechos consumados.

Por cierto, muchas gracias por lo que has dicho en relación al pablo ese que está en el blog de patricia. Y te veo muy activo en muchos blogs menos en el mío.

Unknown dijo...

No Jose, solo escribo con alguna frecuencia en el de Patricia Lorente y en el tuyo. Mañana si estás por Lugones igual te llamo pa tomar un café, que tengo que hacer un recao por ahí cerca, haber si tal.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Te veo mas activo en el de Patricia.

Pues acuérdate que curro de 9:30 a 13:30 y de 16:30 a 19:30.

Fin de los Tiempos dijo...

Víctor Manuel, nadie echaba la culpa a Zapatero, pero está más cerca de ser él que su afrimación de la política del PP estos cuatro años.

Sobre el tema, estoy a favor de que gobierne siempre la lista más votada. Lo que no es normal son casos como el de Córdoba. Gobierna IU, la ciudad se cansa de ella y hace que pierda tres concejales, que van a parar al PP, que gana las elecciones. Resultado, IU y PSOE pactan y sigue gobernando IU. ¿Para qué vota el pueblo?

LuisMi Fernández Berandón dijo...

Enhorabuena, magnifica carta al director.
Totalmente de acuerdo con tu exposición.
Es fundamental que tras el 9 de Marzo si el PP gana las elecciones reforme la ley electoral. Siempre ha de gobernar la lista con mayor representación en el pleno, junta o parlamento.
Nuestra actual ley conduce a situaciones como la acontecida en Italia..donde pequeños partidos apoyan a un partido sin mayoria y segun exigen y n s ls concede abandonan creando una debilidad gubernamental q conduce a lo ocurrido.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Muchas gracias Luismi por tus palabras y por visitar esta humilde bitácora.

En efecto, tanto como han dicho fin de los tiempos como mi compañero y amigo Luismi, tiene que gobernar la lista más votada, ya sea creando la institución de la segunda vuelta o medidas alternativas.