Con las prisas de ayer se me olvidaba hacerme eco del comportamiento ejemplar de la afición alemana en el Torneo de Halle, que ganó el número 1 del mundo al germano Philipp Kohlschreiber por un claro 6-3, 6-4. Esto se encuentra en la misma tónica que en la eliminatoria de Copa Davis en el que enfrentó al equipo alemán, en su casa, con el equipo capitaneado por Sánchez Vicario. El público, en ambas ocasiones, animaron a sus jugadores pero desde el respeto hacia el adversario, aunque en los dos casos perdieron sus chicos.
El saber estar de los alemanes, y aunque las comparaciones son odiosas, se contrapone a lo que es habitual en el público de Roland Garros cuando juega un tenista español, y más si ese tenista es Rafa Nadal. El que haya visto la final del torneo francés sabrá a lo que me refiero. Nunca he visto tal animosidad hacia un tenista como el que tuvo que padecer el número dos del mundo, y eso que su rival, Federer eliminó a dos franceses en rondas anteriores. También es lógico que al ser suizo de la zona francófona, el público francés le apoye. Pero esa simpatía hacia uno de los dos contendientes no implica que se tengan que portar mal con el otro. Y yo me pregunto: ¿Qué problema tienen con Nadal? ¿Que era en ese día, y lo sigue siendo, el vigente campeón del torneo? ¿Y qué? Su rival tampoco es manco, es el mejor tenista del mundo. ¿Por qué aplaudieron los errores del español? ¿Por qué no aplaudir, por cortesía, sus buenos golpes? ¿Por qué tanta hostilidad hacia él? ¿O va a ser que el problema es que haya nacido en el país que está al otro lado de los Pirineos? ¿Tanto molesta que los españoles lleguemos a dominar los eventos deportivos organizados por los franceses, ya sea el Tour o el mencionado Roland Garros?
Creo que, sin llegar a comportarse como los británicos en Wimbeldon, se pueden hacer las cosas con respeto, aunque se muestre partidario por uno de los contendientes. Véase el reciente ejemplo alemán.
El saber estar de los alemanes, y aunque las comparaciones son odiosas, se contrapone a lo que es habitual en el público de Roland Garros cuando juega un tenista español, y más si ese tenista es Rafa Nadal. El que haya visto la final del torneo francés sabrá a lo que me refiero. Nunca he visto tal animosidad hacia un tenista como el que tuvo que padecer el número dos del mundo, y eso que su rival, Federer eliminó a dos franceses en rondas anteriores. También es lógico que al ser suizo de la zona francófona, el público francés le apoye. Pero esa simpatía hacia uno de los dos contendientes no implica que se tengan que portar mal con el otro. Y yo me pregunto: ¿Qué problema tienen con Nadal? ¿Que era en ese día, y lo sigue siendo, el vigente campeón del torneo? ¿Y qué? Su rival tampoco es manco, es el mejor tenista del mundo. ¿Por qué aplaudieron los errores del español? ¿Por qué no aplaudir, por cortesía, sus buenos golpes? ¿Por qué tanta hostilidad hacia él? ¿O va a ser que el problema es que haya nacido en el país que está al otro lado de los Pirineos? ¿Tanto molesta que los españoles lleguemos a dominar los eventos deportivos organizados por los franceses, ya sea el Tour o el mencionado Roland Garros?
Creo que, sin llegar a comportarse como los británicos en Wimbeldon, se pueden hacer las cosas con respeto, aunque se muestre partidario por uno de los contendientes. Véase el reciente ejemplo alemán.
3 comentarios:
En Francia nos tienen bastante odio a los españoles, o no recuerdas el titular en un periódico francés, precisamente hablando de Roland Garrós: "Las ratas españolas vuelven a invadir París"
El titular de ese periódico francés no lo había leido, ni tenía conocimiento de él, pero demuestra la manía que nos tienen.
La mala fama de los británicos es una lacra que tendrán que soportar, en cambio los franceses son más miserables en el trato hacia un español, entre un británico y un francés, me quedo con un británico con los ojos cerrados, y en wimbeldon más aún.
un saludo
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