Antes quisiera pedir disculpas por no haber acabado mi trabajo sobre la Sentencia del 11 M, pero es que me estaba dando cuenta de que las partes, en las que estaba dividiendo el resumen de la citada resolución, se estaban haciendo demasiado largas, opinión que se vio ratificada cuando un amigo me dio su opinión al respecto. También quiero decir que, aunque no lo haya acabado, no implica que lo deje como está. Lo que haré, no sé cuando (principalmente cuando disponga de más tiempo), es resumirlo lo mejor que pueda para publicarlo en el menor espacio posible y lo más atractivo para los lectores de este blog.
En cuanto a la Sentencia del Supremo, que tanto se comenta últimamente, con la necesaria advertencia de no tengo ni siquiera el texto íntegro y de que estoy hablando de oídas, decir que el Alto Tribunal ha mentenido la absolución de Rabei Osman el Sayed, El Egipcio; y ha revocado la condena a Basel Ghalyoun, a Mouhannad Almallah Dabas, Abdellah Fadual El Hakil y a Hamid Ahmidan, quedan, por tanto, absueltos. Tampoco voy a entrar a valorar si la decisión ha sido correcta o no porque, como ya dije, desconozco por entero cualquier fundamentación jurídica del Tribunal al respecto. Eso sí, no descarto, una vez acabado el resumen completo de la Sentencia de primera instancia, ponerme a ello y publicar mis conclusiones. Lo que sí puedo afirmar es que si difiero de sus razonamientos no voy a ser tan duro como lo fue la Audiencia Provincial de Madrid, la sección decimoquinta, la que juzgó el caso del ácido bórico, con el Supremo en lo referente a la polémica abierta por éste último en lo referente a si la acusación popular podía, por sí sola, solicitar apertura de juicio oral.
En cuanto al fondo de la cuestión, independientemente de lo que la gente pueda decir, esto confirma, en primer lugar, que los autores materiales son los que han sido condenados y confirmados por el TS; y, en segundo lugar, que, pese a quien pese, no existe ningún condenado por ser inductor de los atentados. Esto quiere decir que sigue sin haber verdad judicial sobre los que tramaron y organizaron los atentados, y, por lo tanto, se ha de seguir investigando hasta que toda la verdad se sepa. Y, por supuesto, pido que se averigüe toda la verdad, pero que se averigüe sin injerencias políticas como ocurrió la legislatura pasada.
En cuanto a la Sentencia del Supremo, que tanto se comenta últimamente, con la necesaria advertencia de no tengo ni siquiera el texto íntegro y de que estoy hablando de oídas, decir que el Alto Tribunal ha mentenido la absolución de Rabei Osman el Sayed, El Egipcio; y ha revocado la condena a Basel Ghalyoun, a Mouhannad Almallah Dabas, Abdellah Fadual El Hakil y a Hamid Ahmidan, quedan, por tanto, absueltos. Tampoco voy a entrar a valorar si la decisión ha sido correcta o no porque, como ya dije, desconozco por entero cualquier fundamentación jurídica del Tribunal al respecto. Eso sí, no descarto, una vez acabado el resumen completo de la Sentencia de primera instancia, ponerme a ello y publicar mis conclusiones. Lo que sí puedo afirmar es que si difiero de sus razonamientos no voy a ser tan duro como lo fue la Audiencia Provincial de Madrid, la sección decimoquinta, la que juzgó el caso del ácido bórico, con el Supremo en lo referente a la polémica abierta por éste último en lo referente a si la acusación popular podía, por sí sola, solicitar apertura de juicio oral.
En cuanto al fondo de la cuestión, independientemente de lo que la gente pueda decir, esto confirma, en primer lugar, que los autores materiales son los que han sido condenados y confirmados por el TS; y, en segundo lugar, que, pese a quien pese, no existe ningún condenado por ser inductor de los atentados. Esto quiere decir que sigue sin haber verdad judicial sobre los que tramaron y organizaron los atentados, y, por lo tanto, se ha de seguir investigando hasta que toda la verdad se sepa. Y, por supuesto, pido que se averigüe toda la verdad, pero que se averigüe sin injerencias políticas como ocurrió la legislatura pasada.
1 comentario:
Amigo, estás pidiendo peras al olmo.
Un saludo y que tengas buenas vacaciones, coge fuerzas para septiembre que el otoño se presentará muy caliente
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