miércoles, 3 de agosto de 2011

LA POLEMICA VISITA DEL PAPA A ESPAÑA

Según he podido escuchar, tanto en las noticias de la TPA (la TV pública del Principado) como en el Telediario de TVE, al director ejecutivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, Yago de la Cierva, que el elevado coste de la celebración de dichas jornadas será sufragado en dos terceras partes de esos 50 millones de euros por los jóvenes que se han inscrito y por los donativos de otros participantes, mientras que la tercera parte corre a cargo de los patrocinios de empresas y otro tipo de donativos. Con lo que ni la Administración General del Estado, la Autonómica o la municipal colaboran económicamente. En las jornadas comprendidas del 16 al 22 de este mes, participarán seguro 400.000 jóvenes de todo el mundo, que son los ya inscritos, aunque previsiblemente, como ocurrieron en años anteriores, vendrán más de un millón de jóvenes. Jóvenes que tienen recursos económicos y con lo cual generarán beneficios económicos para España. No sé si serán los 100 millones pronosticados por expertos, pero, sin lugar a dudas, que resultará enormemente beneficioso para la maltrecha economía de nuestro país y la de, por supuestos, muchos negocios. Y si estos datos son ciertos, cualquier persona honesta, con independencia de su ideología o credo, estaría encantado con que venga el Papa y con que más de un millón de jóvenes de todo el mundo visiten nuestro país.

Lo que me extraña es que haya gente que se oponga, seguramente su posición venga de la idea de que el coste del evento sea sufragado por el erario público. De ser cierto esto, la crítica seria razonable y más teniendo en cuenta en la situación en la que nos encontramos. Pero si como dicen los organizadores no han recibido dinero público, ¿por qué PSOE e IU, y su entramado asociativo, se oponen y han orquestado una campaña contra el acto? Porque las elecciones se acercan y pretenden pescar votos, como si el ciudadano fuera estúpido, atizando el espantajo del anticlericalismo. Como están secos de ideas constructivas, pues utilizan cualquier cosa para que los ciudadanos no voten con la cabeza sino con las vísceras, ya sea la guerra civil o el anticlericalismo. En efecto, no nos engañemos, el único objetivo que pretenden estos partidos (aunque no es exclusivo de ellos) es chupar moqueta a cualquier costa.

Entre las declaraciones críticas, vemos las del Secretario General del PSM, Tomás Gómez, que cínicamente reprocha a los organizadores que se gaste tanto dinero cuando España está sufriendo la crisis económica. Si este señor que cuando una compañera suya dijo que el dinero público no era de nadie no le reprochó nada, porque quien suelta tal afirmación no puede ser buen gestor porque ha eliminado una barrera ética muy importante que le permite despilfarrar el dinero ya que, como no es de nadie, hay vía libre para gastar. Y si hablamos de austeridad, ¿dónde estaba este señor cuando el Gobierno nacional, capitaneado por su Secretario General federal, decidió quitar la publicidad de TVE? ¿Dónde estaba este señor cuando la Corporación de RTVE decidió por contratar a la productora de Roures (Mediapro, la Sexta) en lugar de que se optase por la producción propia? ¿Por qué no criticó que se despilfarre el dinero en el Senado en implantar el servicio de traducción simultánea? Y así podía seguir mucho más tiempo. Con sus declaraciones además de demostrar que es un hipócrita, es un sinvergüenza porque pretende tomar por idiotas a los ciudadanos.

En cuanto a IU, qué voy a decir sobre una formación política cuyo único objetivo, tras la marcha de Anguita, es pisar moqueta y coche oficial y si para eso tiene que pactar con un PSOE que, según ellos mismos, practica políticas de derecha o incluso con un partido de derechas como el PNV, como lo hizo Madrazo entrando en los Gobiernos de Ibarretxe, pues bienvenido sea. Como son unos inútiles que no serían capaces de encontrar un trabajo decente fuera de la política, pues tienen que vender lo poco que les queda de dignidad. ¡Ah! Se me olvidaba, felicidades por haber colaborado vivamente en convertir la política española en un lodazal. Exacto, al venderse al PSOE, cuando estos pierden la mayoría, permitiéndoles seguir gobernando, han logrado tres cosas: en primer lugar, que los socialistas no se esfuercen en hacer las cosas bien para gobernar, ya que gobiernan si el PP no tiene mayoría socialista; que el PP logre mayorías absolutas sin mucho esfuerzo, ya que fuerzan a los ciudadanos a votar al menos malo; y que, como consecuencia de lo anterior, se consolide el bipartidismo. Así que repito: felicidades.

7 comentarios:

El Berto dijo...

No es una cuestión de costes directos, que lo cual es lógico paguen los organizadores, se referirán en todo caso a los costes implícitos: FCSE (vehículos, despliegue traslado de agentes, dietas), servicios de limpieza, etc...

Efectivamente viene bien al país por el dinero que se va a dejar en hostelería, transportes, consumo y restauración, así que creo que será rentable y por tanto positiva, eso si ya veremos si los indignados no la montan, abucheos le tocara escucharlos.

Respecto a lo de cualquier persona honesta, con independencia de su ideología o credo, estaría encantado con que venga el Papa, es discutible, es legítimo que quienes no creen en esa religión o no comulgan con la misma no les parezca bien el acto, y desde luego este Papa puso su firma en documentos oficiales para “ocultar” casos de pederastia y proteger a sus deleznables autores, cosa que comprenderás tampoco genera un “ENCANTO” hacia su persona en mucha gente.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Seamos rigurosos, hay otros eventos privados que suponen un coste para las arcas públicas en materia de seguridad y demás costes implícitos, por ejemplo, en septiembre se disputa la vuelta ciclista a España, y no he visto a nadie quejarse por el gasto que supone movilizar a unidades de la Guardia Civil para proteger la competición, o los gastos que suponen cortar el tráfico por las ciudades por donde pasan las etapas, etc. Por no hablar del coste del fútbol español. ¿Cual es la diferencia? Que no es rentable políticamente cargar contra las competiciones deportivas.

En cuanto a las filias y fobias, si la venida de una persona repercute positivamente en la economía de tu país, por muy mal que te caiga esa persona, si se es honesto lo vas a ver mal. En el Reino Unido no son sospechosos de ser católicos y, desde luego, se celebraron allí muchos actos con el Papa. Y eso que no vinieron un millón de jóvenes católicos de todo el mundo.

Jorge Lopes da Silva dijo...

Me parece cuanto menos pecar de inocente el creer a pies juntillas la palabra de la organización del evento. nadie se cree que la mayor parte de los ingresos provengan de las inscripciones: la I.C tiene mucha pasta, tanto de las empresas y empresarios que aportan altruistamente, como de familias. Pero sobre todo, la I.C obtiene un gran cauce de capital del dinero público que se le entrega gracias al Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre asuntos económicos, firmado en la Ciudad del Vaticano el 3 de enero de 1979 (publicado en el Boletín Oficial del Estado de 15 de diciembre):

http://www.unav.es/ima/legislacion/legeclesias/1979/zlegislacion/3.html

El artículo 2 establece la colaboración del Estado con una asignación presupuestaria, modalidad a extinguir en tres años, y un porcentaje sobre el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). El porcentaje se fijó inicialmente en un 0,52% de la cuota íntegra del impuesto; la asignación presupuestaria, que debía eliminarse en tres años pervivió hasta el 2006. En 2006 se incrementa el porcentaje a 0,7 %. Son unos 260 millones anuales de subvención para la Iglesia.

Jorge Lopes da Silva dijo...

Muchas veces me dicen que es una elección libre que hace el contribuyente. Sin embargo, con la fórmula elegida para apoyar económicamente a la Iglesia resulta que los católicos que eligen esa opción pagan un 99,3% de impuestos y los que no elegimos esa opción pagamos el 100%. Es muy fácil elegir si la opción sale gratis. En otros países todos los ciudadanos pagan todos sus impuestos y los fieles que voluntariamente quieren financiar su religión pagan un porcentaje adicional, pues el Estado colabora con la Iglesia en la recolecta. A eso sí se le puede considerar una elección responsable e implicada con la confesión. Es una forma de cooperación, como dice la Constitución, que no impone una reducción de la recaudación pública. En relación con esa posibilidad de cooperación sin subvención, el apartado quinto del Acuerdo establece el compromiso de la Iglesia de autofinanciarse, pero, a juzgar por los hechos, no se esfuerza mucho en cumplir con su compromiso:

"La Iglesia Católica declara su propósito de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades. Cuando fuera conseguido este propósito, ambas partes se pondrán de acuerdo para sustituir los sistemas de colaboración financiera expresada en los párrafos anteriores de este artículo, por otros campos y formas de colaboración económica entre la Iglesia Católica y el Estado."

Los contribuyentes pueden usar la casilla de "Otros fines sociales". Parte del dinero recaudado para estos fines también se deriva a organización de la Iglesia, Cáritas por ejemplo, como puede verse en la tabla resumen de estas subvenciones:
http://www.boe.es/boe/dias/2011/03/05/pdfs/BOE-A-2011-4186.pdf
en este caso por la realización de una labor social que justificaría la subvención, pero que evidencia las carencias del estado del bienestar en España, pues esas subvenciones sirven para que algunas asociaciones presten un servicio que podrían desempeñar las instituciones públicas.

Jorge Lopes da Silva dijo...

Finalmente, impresiona igualmente que las Administraciones Públicas pidan justificación de todo tipo de subvenciones a cualquier persona, empresa, asociación, fundación, ... principio de la Ley de Subvenciones y la Iglesia no tenga deber alguno de justificación, es un cheque en blanco. Es una confesión con un extenso patrimonio, incluso con un grupo de medios de comunicación que gasta enormes cantidades en el fichaje de un equipo deportivo millonario. Sin embargo, reciben una subvención de 260 millones.

Resumiendo, esta financiación de la Iglesia se hace dentro del principio de colaboración, pero la colaboración se hace de una forma demasiado confesional: con una tratado internacional en el que sólo el Estado Español asume deberes, subvencionando por la vía de una participación en la recaudación del principal impuesto del sistema (con desigualdad para españoles por razón de religión), con unas cantidades que no se relacionan con las ayudas a otras confesiones para consolidar el principio de neutralidad (ya que no el de separación) y otras forma de asociación, sin tener que justificar ni rendir cuentas. Por supuesto, sólo hablo de la financiación pública de la Iglesia porque de la privada no sabemos nada.

Con todo, a mí siempre me ha dolido más la educación religiosa que da la Iglesia en la escuela que esta subvención. En la catequesis dentro de la escuela, pública y privada, en los horarios escolares, el Estado gasta anualmente 600 millones de salarios de profesores, que seleccionan los obispados, para que impartan una catequesis confesional. Esto ya no es colaboración y sí invade el principio de separación de Estado e Iglesia incluso en un Estado que no se define como laico sino como aconfesional.

Jorge Lopes da Silva dijo...

Para acabar, no se pueden dejar de mencionar los 6.000 millones que el Estado desvía de sus presupuestos educativos, sanitario y social para los conciertos con instituciones vinculadas a la Iglesia. El mejor camino para la calidad en estos servicios será la inversión en un sistema público, permitiendo la libertad de creación de centros privados, pero minimizando el desvío de recursos a entidades que ven el servicio un negocio y no unos derechos. El mantenimiento de esta dualidad (centros públicos y centros privados financiados con dinero público) crea graves perversiones que acaban en un perjuicio para los público. Así, los centros educativos concertados suelen evitar el acceso de alumnado con necesidades educativas especiales (social o nacional) de tal modo que en ambientes homogéneos consiguen una apariencia de mejor educación que atraen a padres que quieren la mejor educación para sus hijos, alimentando el círculo.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Que la Iglesia Católica tiene mucho dinero, eso no te lo niego porque es propietario de una cadena de TV y radio entre otras cosas. Lo que dijeron los organizadores del evento es que de los 50 millones de euros que costó, el 75% lo sufragaron las suscripciones y el 25% las empresas que lo patrocinaron. No cuestionar la veracidad de dicha información es pecar de inocente, pues pecaré de inocente, pero no tengo motivos para no creerlo. Si hubiera venido de un político o de algún medio de comunicación lo cuestionaría porque en esos casos he contrastado que no es verdad todo lo que dicen. Lo que también ha dicho la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios de Madrid que la JMJ y la visita del Papa ha supuesto para España unos 160 millones de beneficio. Como español estoy encantado porque es una buena noticia. Como católico, deseo que la Jerarquía piense más en cumplir los Evangelios y menos en el dinero, y se deje en paz de tonterías con la diplomacia vaticana e intente imitar a Jesús, como cuando expulsó a los mercaderes del templo por convertirlo en una cueva de ladrones.

También me comentas tu malestar porque la Iglesia tenga un acuerdo con el Estado muy beneficioso, mejor que el que tiene el Estado con las otras confesiones como se puede comprobar con las leyes 24,25 y 26/1992, por las que se aprueban los acuerdos con las confesiones evangélicas, israelitas e islmicas. Pero convendrás que también el Estado premia muchísimo más económicamente a los partidos y sindicatos mayoritarios. Es lo que tiene ser la confesión mayoritaria en España. ¿Por qué no se ha establecido, de acuerdo con esas leyes, clases de religión evangélica, judía e islámica en los centros públicos y concertados, porque no hay demanda suficiente de esa asignatura? De paso así te contesto a tu queja del dinero que recibe los colegios católicos concertados, que, por cierto, es para cumplir lo que establece la Constitución española en su art. 27.3: "Los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones". Por eso, ¿cómo va a garantizar ese derecho los poderes públicos si elimina las clases de religión de los centros públicos. Y si mantienen los conciertos es para que los hijos de los que no son ricos no se vean obligados a ir a la enseñanza pública. Desde luego la concertada le ahorra costes al Estado. Sinceramente a día de hoy, y conozco la enseñaza pública y la privada, aquélla deja mucho que desear.

Lo que si te digo, con respecto a tu referencia a Cáritas, es que con el dinero que le da el Estado no es suficiente para atender a todas las personas que lo necesitan. Y otra cosa, cualquier persona que sepa como funciona la Administración Pública, sabe que le sale más caro que si lo hiciera la iniciativa privada, por algo todos los partidos cuando tienen la mínima oportunidad o crean empresas públicas, dándose así la fuga del derecho administrativo, o se dedica a las concesiones administrativas a empresas privadas. Las ONG´s, en especial Cáritas, le supone un alivio económico enorme al Estado.