lunes, 29 de agosto de 2011

CARMEN MORIYÓN Y SU ACTIVIDAD ALTRUISTA

En la polémica que se está produciendo en Gijón con respecto al trabajo altruista de la alcaldesa de Gijón, que desempeña en su tiempo libre en el Hospital de Begoña S.L., centro privado para más señas, pese a ejercer su cargo público con dedicación exclusiva, de los que los ingresos que obtiene de dicha labor altruista, según dicen tanto ella como sus compañeros de formación política, los destina íntegramente a una ONG. Pues bien, en todo esto he de decir que la alcaldesa de Gijón, con todo el respeto del mundo porque me parece una persona honesta y creyendo que ha actuado mal asesorada por un grupo de personas cuya trayectoria política es bien conocida porque sirvieron y tragaron lo que pudieron para seguir amarrados a un cargo público y ahora han desembarcado en otro partido con el único propósito de aprovecharse del efecto Cascos para seguir apoltronados, y por otros novatos cuyo interés debe ser el mismo a la vista de sus manifestaciones.

¿En qué fundamento mi afirmación de que la alcaldesa de Gijón ha cometido un error? En primer lugar, en que no ha incluido dicha actividad en el registro de intereses ni ha dado cuenta de ello al Pleno, máximo órgano municipal donde están representados todos los gijoneses, aunque algún sesudo cargo forista, con ansias de hacer méritos, lo haya justificado afirmando que es lo mismo que ayudar a hacer los deberes a un hijo. Huelga decir que es un disparate dicha comparación.

En segundo lugar, relacionado con lo anterior, debió, por respeto a los gijoneses y como muestra de honestidad, publicar en la página web del Ayuntamiento la nómina que percibe de la empresa privada para la que trabaja en sus ratos libres y el resguardo de ingreso que realiza a esa entidad benéfica. Lo que no puede pretender es que los gijoneses depositen en ella una fe ciega. En política no sólo hay que ser honestos sino parecerlo.

Por último, resulta poco creíble que el motivo real de operar en su tiempo libre sea por altruismo teniendo en cuenta que trabaja en un centro privado que se lucra de las operaciones que realiza, porque están sufragadas por una compañía de seguros. Así que la imagen que está dando no es la que predica sino la de un intercambio de favores, y sería deseable que el favor que recibe ella sea el de continuar practicando la medicina y que el Hospital sólo reciba un plus de prestigio por contar con una profesional tan cualificada, y no ningún otro favor que pueda provenir de su condición de regidora. En mi opinión, si realmente quiere en su tiempo libre ejercer la medicina de manera altruista que lo haga en una ONG, en donde se puedan beneficiar de sus servicios los que no se pueden pagar un seguro médico.

Y ya para acabar, sería recomendable que los dirigentes de FAC, si realmente quieren dar la imagen de lo que predican, se abstengan de recurrir al manido y tú más y a razonamientos absurdos como el de comparar la ayuda a hacer los deberes con estar en nómina en un centro privado.

Publicado en la edición digital de La Nueva España del 26 de agosto de 2011 y en la de papel del día siguiente.

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