SUBIR LOS IMPUESTOS, UNA POLITICA FISCAL ERRONEA

El 18 de noviembre escuché en la radio a Vicente Álvarez Areces, nuestro Presidente autonómico, defender la necesidad, otra vez, de revisar los impuestos al alza sacando el manual de la demagogia, en concreto el espantajo de los temidos recortes sociales. ¿Piensa que esta patraña puede surtir efecto tal y como está la economía del país? No creo que ni el más sectario de los militantes socialistas se crea semejante embuste, aunque aplauda la decisión con todas sus fuerzas.

En primer lugar, no hace falta ser un experto en economía para llegar a la conclusión de que subir impuestos en la situación actual es un disparate. Lo sabe hasta el que el que suscribe estas líneas, que ha cursado en la Facultad de Derecho la asignatura de Economía Política. Si me apuras, no hace falta ningún tipo de formación académica, sólo con tener un mínimo de sentido común, que parece que nuestros gobernantes se lo han dejado olvidado por el camino. Además un político mínimamente diligente debería analizar las consecuencias de ciertas medidas políticas haciendo uso de informes y datos de los que dispone. Exacto, podría analizar la información emitida por el propio Instituto Nacional de Estadísticas, y sacar la conclusión de que es un error seguir insistiendo con el aumento de los impuestos. Según datos del propio INE, desde que el 1 de julio subiera el IVA, ha bajado el consumo y además ha disminuido la inversión, y por ello la economía española se va a retrasar más en su recuperación.

¿Para qué ha servido subir el IVA? Para justo lo contrario a lo deseado por el Gobierno de la Nación, que no era otra cosa que era recaudar más dinero, y no sólo no lo está consiguiendo sino que además ha logrado desacelerar el crecimiento económico. Esto se veía venir y ya lo manifesté en mi blog los días 28 y 29 de septiembre del año pasado. Y no quiero ser pesado pero necesitamos, para crear empleo, superar un crecimiento del PIB de más del 3%, y por el camino que llevamos esto no tiene pinta de ocurrir ni siquiera en 2012. Y no lo digo yo, sino el Profesor de Economía y miembro de la Ejecutiva del Partido Socialista de Madrid, Antonio Miguel Carmona.

Lo que necesita la economía española ahora mismo es bajar los impuestos, empezando por el IVA, para que el consumo vuelva a crecer, con la consecuente generación de demanda de productos y servicios, y a ser posible apostar por una política fiscal ambiciosa para atraer al mayor número de inversores y residentes extranjeros con sus fortunas. Es de lógica, cuántos más ricos tengamos en España, más dinero tendrán las arcas públicas.

¿Cómo reducimos el déficit público hasta entonces? Eliminando gastos superfluos: como reducir hasta lo imprescindible el número de cargos de libre designación, sobre todo porque que la Administración no es una agencia de colocación de amigos; cerrando todos chiringuitos que sirven para pagar favores a afines, familiares, amigos y demás mediopensionistas; privatizando las Televisiones Públicas o, en su caso, evitando el despilfarro como es el pagar por retransmitir la Fórmula 1 y el partido del sábado de primera, que también lo retransmite la Sexta; eliminando de un plumazo las 43 diputaciones provinciales, una administración totalmente inútil, que sirve sólo para colocar a los del partido; siendo escrupulosos en la contratación pública, ya está bien de que los costes se acaben disparando; realizar una correcta planificación de las obras, es antieconómico levantar una misma calle dos veces en un mismo año; etc.

En fin, ya sé que estas medidas son muy drásticas que a muchos inútiles y vagos no les gustaría porque implicaría buscarse la vida fuera de la ubre de la Administración, pero es lo que haría un buen gestor, y, desde luego, supondría un importante ahorro que no tenemos que soportar los contribuyentes.

Publicado en la edición digital de La Nueva España de 24 de noviembre de 2010