lunes, 14 de diciembre de 2009

LOS PARIPÉS NACIONALISTAS

Se ha podido ver que las famosas consultas sobre la independencia de Cataluña ha sido un fiasco de participación, en el que sólo el 25% de los censados votaron. El resultado me importa bien poco porque como se sabía que no tenía ninguna validez legal, los que acudieron a las urnas votaron, en unos casos, lo que les dictó el corazón no la cabeza, y, en otros, pretendieron hacer demostración de fuerza. En el fondo, no quieren la independencia, salvo algún caso raro, sino mantener el negocio del nacionalismo abierto para seguir haciendo caja a costa de los propios catalanes.

Como llevo opinando en este blog sobre este tema, en concreto con el breve análisis de los nacionalismo, todo lo que tienen montado los políticos nacionalistas es un circo para que ellos puedan seguir pisando la lujosa moqueta y el cómodo asiento pagado por los contribuyentes. Para ello, no tienen reparos en generar malestar en el resto de España para que cualquier reacción sea vendida adecuadamente y difundido a través de unos medios de comunicación subvencionados convenientemente, como la existencia generalizada de un sentimiento anticatalanista. Tampoco les importa en su objetivo utilizar el hermoso patrimonio cultural que poseen, siempre y cuando les den el correspondiente rédito político.

Pero lo más gracioso, por no decir incoherente o, probablemente, hipócrita, es que se haga este tipo de referendos inútiles, pero que no se promueva algo más fácil de conseguir, como es la creación de competiciones deportivas independientes del odiado Estado español. ¿Por qué no se promueve una consulta entre los socios culés para sacar al Barcelona de las competiciones españolas? Y así con otros equipos catalanes, aunque en el Barça es más fácil ya que su Junta Directiva es la más independentista de la historia. Nadie les obliga a permanecer en las competenciones estatales. Personalmente, yo, en su lugar, propugnaría la secesión en todos los ámbitos, el deportivo incluido. Por eso animo a los independentistas de verdad que le pidan a Laporta que saque al club que preside de la Liga Nacional del Fútbol Profesional y de las otras competiciones españolas. Si él es independentista de verdad, no creo que oponga resistencia alguna. En cambio, si se mostrase reacio o se negase a hacerlo, quedaría completamente desacreditado.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Eso que tu dices no les interesa ya que de salir de las competiciones deportivas nacionales, no tendría sentido todo el dinero que se paga al negocio nacionalista, por ejemplo las pancartas secesionistas del Camp Nou (nombre por cierto que se puso durante el franquismo, ese que perseguía al catalán). La mayor verdad es la que tú dices, ellos quieren tener el negocio bien agarrado y para ello les viene bien estas consultillas, donde menores de 16 e inmigrantes (algunos ilegales) pueden votar.

Pero esta es la democracia, "unos pocos" viven a costa de "unos muchos".

Dimas dijo...

Buen analisis Jose Enrique

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

#Javi Pol# Claro que no les interesa salir de las competeciones deportivas nacionales o estatales, como a ellos les gusten, porque la pela es la pela, pero se demuestra que realmente no creen en lo que defienden.

#dimas# Muchas gracias

Johnny dijo...

Yo me pregunto:

¿Hacen bien o hacen mal?

¿Cuales son las comunidades autónomas con los presupuestos mas altos?

Viendo que todo el que grita mas alto, se le dan mas cosas, ¿no deberían hacer todos lo mismo?

Personalmente pienso que igual deberían hacer todos lo mismo, ya que el que no llora no mama.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

No es cuestión de si lloran o no, sino de que son más los que lloran que, por ejemplo, Asturias, que, en el fondo, son 8 diputados nacionales, cuatro por cada partido y bien disciplinados.

Pero bueno, el post venía a denunciar la falta de coherencia.

Anónimo dijo...

Tal como dije hace unos días coincidiendo con el ese amago de referendum, lo de los independentistas es un circo de tres pistas. Expresión, por lo que he comprobado, muy parecida a la que usó usted, D. José, en su opinión anterior sobre este tema.

Por supuesto, que todo esto no es más que un ejercicio de victimismo constante. Pero a base de tirar de la cuerda, al final se rompe.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

El mayor problema no es quien tira de la cuerda sino de quien no hace la suficiente fuerza para evitar el desplazamiento.