El gran problema que veo a la nueva financiación autonómica que se va a aprobar con bastante probabilidad, no es que se vaya a dar 11.000 millones más o que resulte de un chantaje del Gobierno catalán, sino el destino más que probable que le van a dar los responsables autonómicos a esa nueva inyección económica. Y si no fuera poco, para que papá Estado recupere el dinero que regala a las CCAA, se van a subir los impuestos. Si no, al tiempo.
Yo soy un convencido del sistema autonómico, puesto que sirve para descentralizar el poder estatal y, de esta manera, los ciudadanos puedan tener un poder más cercano al que exigirle con mayor facilidad una mejor atención de sus necesidades, además de generar competitividad entre las Comunidades Autónomas. Por una lado, el ciudadano no tiene que ir a protestar a Madrid para que el Ministro le haga algo de caso, sino que pueden ir a Oviedo, Santiago de Compostela, Vitoria, Santander... para ir a exigirle al Presidente autonómico o al Consejero de turno que haga lo que tiene que hacer. Hasta no hace falta ir a la capital autonómica, porque en unas de esas visitas institucionales pueden encontrárselo en el mismo pueblo. Y, por otro lado, una sana competencia entre Autonomías puede hacer crecer el país entero ya que procuran ser más atractivas para tener más ciudadanos y más empresas que les dejen su dinero a través de impuestos. Es la misma esencia del libre mercado, en el que compiten varias empresas por el mismo mercado. Pero de los que no me fío son de los políticos, ya sean autonómicos o nacionales, que son los que están convirtiendo un buen sistema en una vergüenza.
En efecto, gracias a esos que votamos cada cuatro años, han convertido las CCAA en un chiringuito en donde se reparten cargos, despachos y demás prebendas, creando innecesarias "embajadas" en donde mantener bien alimentados a unos cuantos "amigos"; gastar en viajes de placer a costa del erario público con la excusa de que van a favorecer los intercambios comerciales; subir los sueldos de sus funcionarios, y si no lo hacen, huelga al canto hasta que les equiparen con los de otras Autonomías, etc... Porque elegimos lo que elegimos podemos encontrarnos con que la financiación que tenían se les ha quedado pequeña y, por supuesto, papá Estado tiene que solventarles la papeleta y eso se consigue a través de una nueva financiación. ¿Hasta cuándo durará este modelo recién sacado del horno? Pues hasta que se queden empufados otra vez.
¿Cuál es mi solución? Cerrar de una vez el tema competencial y la financiación, dándoles la posibilidad a las CCAA de un mayor margen de maniobra fiscal a través de impuestos como el de la Renta, así que si necesitan más dinero, recurren a la "popular" subida de impuestos, que sus votantes se lo agradecerán. Así se harán, por la fuerza, más responsables.
Yo soy un convencido del sistema autonómico, puesto que sirve para descentralizar el poder estatal y, de esta manera, los ciudadanos puedan tener un poder más cercano al que exigirle con mayor facilidad una mejor atención de sus necesidades, además de generar competitividad entre las Comunidades Autónomas. Por una lado, el ciudadano no tiene que ir a protestar a Madrid para que el Ministro le haga algo de caso, sino que pueden ir a Oviedo, Santiago de Compostela, Vitoria, Santander... para ir a exigirle al Presidente autonómico o al Consejero de turno que haga lo que tiene que hacer. Hasta no hace falta ir a la capital autonómica, porque en unas de esas visitas institucionales pueden encontrárselo en el mismo pueblo. Y, por otro lado, una sana competencia entre Autonomías puede hacer crecer el país entero ya que procuran ser más atractivas para tener más ciudadanos y más empresas que les dejen su dinero a través de impuestos. Es la misma esencia del libre mercado, en el que compiten varias empresas por el mismo mercado. Pero de los que no me fío son de los políticos, ya sean autonómicos o nacionales, que son los que están convirtiendo un buen sistema en una vergüenza.
En efecto, gracias a esos que votamos cada cuatro años, han convertido las CCAA en un chiringuito en donde se reparten cargos, despachos y demás prebendas, creando innecesarias "embajadas" en donde mantener bien alimentados a unos cuantos "amigos"; gastar en viajes de placer a costa del erario público con la excusa de que van a favorecer los intercambios comerciales; subir los sueldos de sus funcionarios, y si no lo hacen, huelga al canto hasta que les equiparen con los de otras Autonomías, etc... Porque elegimos lo que elegimos podemos encontrarnos con que la financiación que tenían se les ha quedado pequeña y, por supuesto, papá Estado tiene que solventarles la papeleta y eso se consigue a través de una nueva financiación. ¿Hasta cuándo durará este modelo recién sacado del horno? Pues hasta que se queden empufados otra vez.
¿Cuál es mi solución? Cerrar de una vez el tema competencial y la financiación, dándoles la posibilidad a las CCAA de un mayor margen de maniobra fiscal a través de impuestos como el de la Renta, así que si necesitan más dinero, recurren a la "popular" subida de impuestos, que sus votantes se lo agradecerán. Así se harán, por la fuerza, más responsables.
4 comentarios:
Amigo mio, el problema está en el puñetero presupuesto, todos quieren más para poder gastar más, son depredadores, necesitan pasta "robada" al ciudadano para poder repartir la entre sus amigos!!! Así son nuestros queridos políticos!!!
Crees que dejando más margen de maniobra a las CCAA esto mejoraría??? Yo creo que no, creo que aumentarían aún más las desigualdades entre Españoles.
Solución, reducir el número de funcionarios, para muestre un botón, en extremadura 1/3 de la población activa son funcionarios , si eso lo unimos a pensionistas, parados y personas que reciben algún tipo de subsidio, alguién cree que extremadura es una CCAA sostenible??? o huele a CCAA en quiebra técnica?????
Todo se resume en que los politicos son basura, por lo menos los que tenemos ahora.
un saludo
El darle mayor capacidad fiscal les obligaría a tener que actuar con mayor responsabilidad salvo que quieran tener una bronca constante con sus ciudadanos, o que deje de ser un territorio atractivo para inversiones empresariales. Porque, claro, si el despilfarro lo va a tener que sufragar el Estado, siendo no sólo el malo de la película sino el paganini, van a seguir en la misma tónica.
Lo de reducir funcionarios, sobre todo cargos digitales, vendría como consecuencia de lo que te comenté. Salvo que quisieran tener una bronca constante, reducirían considerablemente los gastos superfluos.
España es un desastre competencial, el sistema autonómico tal como está construido ha duplicado las administraciones, es poco eficiente, un ejemplo claro: el parque de picos de Europa, antes lo gestionaba una sola administración, ahora TRES administraciones y ADEMÁS bajo la coordinación “teórica” de la central, es decir ahora tenemos 3 co-directores, una comisión, etc… en definitiva más gasto, mas personal, y más cargos de libre designación.
Lo mismo puede decirse de la representación de las CC.AA en el exterior, fuera de España (cuando se podían canalizar a través del MAEC).
La reforma era necesaria por el incremento poblacional, pero como la anterior durara pocos años, ya que las CC.AA dilapidan rápidamente el dinero en engordar su administración, televisiones autonómicas y cargos de libre designación, no quieren ser autosuficientes porque en el fondo saben que siempre podrán pedirle a papa estado.
Más no se puede añadir a lo que has dicho.
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