lunes, 6 de julio de 2009

GAROÑA Y LAS DISTINTAS ENERGIAS

El tema de la Central nuclear de Garoña ha dejado litros y litros de ríos de tinta en la prensa española y, por supuesto, kilómetros de cinta en la Televisión, pero todo esto tiene su antecedente en el populismo fácil y demagógico de nuestra inefable clase política. Si señor, tiene su claro origen en el discurso fácil que todos los políticos han utilizado para ser más ecologista de todos, ya sea porque unos no quieren perder el voto verde y porque otros no quieren ser tachados de carcas o fachas. ¿Se acuerdan de las elecciones generales de 2000 en el que lo único que se discutía era el plazo para cerrar todas las centrales nucleares de España? Pero todo este juego irresponsable nos ha llevado a nuestro país a una situación delicada, en la que cada vez más estamos en una clara dependencia energética del extranjero. Algo que no es muy positivo para nuestra política internacional si queremos que tener más peso. Por eso, si no queremos utilizar las velas como alternativa a las bombillas, en la situación en la que estamos, no es conveniente enfadar a los argelinos, que es el que nos suministra buena parte del gas que consumimos.

Por todo esto, no hay que enfocar la discusión en si se cierra Garoña o no, sino qué tipo de modelo energético queremos tener. ¿Queremos ser autosuficientes o nos da lo mismo? ¿Queremos pagar más o menos en el recibo de la luz? ¿Estamos dispuestos a vivir con más austeridad o no? Del resultado de contestar a cada una de estas preguntas nos va a decir qué tipo de modelo energético queremos. Si queremos ser ecologistas radicales al 100 %, sin ningún ápice de contradicción, podemos renunciar a nuestro modelo de vida e ir buscando cuevas en donde calentarnos con calor humano (quemar troncos no es ecológico). Porque no hay otra alternativa ecológica, ni siquiera con las energías renovables porque provocan un enorme impacto medioambiental colocar hileras de aerogeneradores.

También tenemos las alternativas más baratas, pero las menos ecológicas de todas. La primera, las centrales de ciclo combinado de gas, que algunas de ellas se van a instalar en Asturias, son contaminantes y, para colmo, utilizan un elemento que no producimos en España como es el gas. Y la otra, la más impopular, la energía nuclear, cuyos prejuicios provienen básicamente del accidente de Chernóbil, pero que da autonomía energética y es barata.

Así que, para evitar politizar un asunto tan importante para nuestros intereses, es necesario que se abra un debate de carácter técnico sobre los distintos modelos energéticos y que luego se elija el que más convenga. Para ello, sería conveniente que científicos expusieran los pros y contras de cada modelo, explicándolo de tal manera que todos los ciudadanos, profanos en la materia, lo entiendan, con el fin de que depositen con conocimiento de causa su voto en un referendum. ¿Utópico? Si, pero que se debería hacer para evitar una absurda e inútil politización de este tema.

Por último, centrándome en la conveniencia o no del cierre de la Central de Garoña, mi opinión es que, si el Consejo de Seguridad Nuclear dice que puede aguantar diez años, el Gobierno debería mantenerla abierta hasta 2019 y no hasta 2013, por la sencilla razón de que estamos en plena crisis y no es bueno jugar con los puestos de trabajo directos e indirectos que genera la Central, y porque España es energéticamente deficitaria.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Las leyes de impacto ambiental, al menos la andaluza que es la que conozco, colocan en el mismo nivel de impacto TODAS las centrales de producción de energía. Además del fuerte impacto visual también hay que tener en cuenta lo altamente contaminantes que es la producción de los componentes de los equipos de energías renovables y que éstos son difícilmente reciclables.

Además, leí no hace mucho que cubriendo una superficie del tamaño de Australia sólo conseguiríamos un 30% de nuestras necesidades energéticas.

Yo soy de la opinión que nuestro futuro energético pasa por una convivencia de las nucleares con las renovables, con más peso de las primeras que de las segundas. Y a eso hay que sumar una mejora en la eficiencia energética de los edificios, transportes y cultivos.

Un saludo.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Ese dato de que llenando Australia de paneles solares o de aerogeneradores no cubrirían más que el 30% de lo que consumimos es significativo. Ojalá podamos utilizar energía renovable, pero por ahora esa energía es cara y cubre pocos Watios.

Lo que tenemos que hacer es dejar de enredar con las energías, y elegir un modelo eficaz y lo más barato posible.

Johnny dijo...

Pienso que en el caso de las centrales nucleares pasa como con los aviones, me explico.

El medio de transporte que sufre mas accidentes y por consiguiente mas víctimas mortales en el mundo, es el coche, muchísimas mas víctimas mortales que los aviones; lo que pasa es que cuando es estrella un avión, hay centenares de muertos de una tacada.

Créo que este simil es aplicable a las centrales nucleares, son seguras, pero cuando ocurre algo, es demasiado escandaloso.

¿me explico?

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Te has explicado muy bien.