viernes, 4 de enero de 2008

EL ERROR DE LOS POSITIVISTAS AL NEGAR LA EXISTENCIA DE DIOS por Julio Martínez Hombre

Aprovechando que hay personas que consideran que creer en Dios es irracional, reproduzco literalmente lo que Julio Martínez Hombre (abuelo del titular de este blog) escribió en una hoja que su hija, María Victoria Martínez-Hombre Capellán (madre del dueño del presente blog), encontró en el libro de filosofía que se menciona en el escrito, que escaneé y que he adjuntado. También quiero avisar que la trascripción la he hecho personalmente y no la he revisado con lo que puede haber alguna errata, que la corregiré cuando me haya dado cuenta o cuando me avisen los inteligentes lectores de este humilde blog. El título, por último, es de cosecha propia ya que el original, como pueden comprobar, no lo tiene.

EL ERROR DE LOS POSITIVISTAS AL NEGAR LA EXISTENCIA DE DIOS

La afirmación (acotada en el texto pag. 316 Filosofía Elemental del P. Zef. Gonz.) de los Empédocles, Demócritos y posititivas modernos, se vuelve contra ellos, y a favor de la existencia de Dios, como vamos a ver ahora. Es extraño que el A. no haya desarrollado el razonamiento a favor de su tesis, ya que a continuación de las aseveraciones positivistas se limita –sin más argumento que apelar al injustamente vilipendiado siglo de las luces con cierto deje irónico –a una disquisición puramente literaria para combatirlas, literatura, sin embargo, muy en su punto, si la acompañaran razones convincentes.

Y vamos a tratar de cumplir lo prometido.

Comencemos por un ensayo; de los que son tan caros a los aficionados al Cálculo de Probabilidades.

En una bolsa hay 28 letras del alfabeto. ¿Cuál es la probabilidad para que, sacando las letras al azar, se componga la palabra AMOR?

P= 1/28x27x26x25= 1/491.400


es decir: una probabilidad diez veces más remota que la que nos otorgaría, en la lotería, el premio mayor de Navidad.
Si se tratase de una palabra en que haya 8 letras, ninguna repetida, IMPRENTA, la posibilidad sería:

P= 1/28x27x26…x21= 1/1.253.187.936

Este denominador es tan grande que ya no nos dicen nada sus cifras. Pero si empleamos 10 segundos en componer cada grupo de 8 letras el tiempo necesario para formarlos todas sería, propiamente 40 años.

Cálcule, o mejor dicho, medite el lector, la probabilidad de que el azar pueda coordinar un soneto, el Quijote, o las obras de S. Agustín, como dice el A. Cierto es que, razonando seriamente, la esperanza de que tal hecho se produzca es nula y así lo ve el A. en los renglones señalados. Pero si a la complejidad de que una obra literaria –y en este caso solamente nos referimos a la complejidad coordinatoria de todas sus letras- agregamos la del conjunto de cuanta obra literaria, científica, musical, se ha producido en el mundo, y, en suma, tenemos en cuenta el sistema entero del Universo, la imaginación se pierde y la razón se anonada ante los umbrales del infinito.

No obstante, puede objetársenos, que por remota que sea la probabilidad, si se cuenta para que se produzca con un lapso indefinido, puede llegar a generar espontáneamente el hecho fortuito del Universo, puesto que, como dice Heriodo para quien cuenta con el tiempo nada hay imposible. Admitamos que así puede ocurrir con la condición del universo limitado a fuerza de esperar una eternidad en el tiempo; pero se pasa por alto, en la objeción, la presencia del Ser Coordinador que ha de disponer del tiempo –se comprende omitan su existencia, pues si la admiten, huelga todo lo demás del razonamiento positivista- se asegura que el Universo ha de ser finito, y, en cambio pasa el tiempo no quieren finitos, ha de ser sin principio ni fin; combinación de postulados no muy evidente para que adquieran carácter axiomático. ¿Quién, sino Dios, cuenta con una eternidad para realizar múltiples arreglos? ¿Quién, como dijo Newton, lanza a los planetas en la dirección de la tangente de sus órbitas? ¿Quién los conserva obedientes a leyes armoniosas en toda la sucesión de los siglos?

Si todo lo que nos rodea es resultado del azar, para que el hecho fortuito, a que hemos aludido, se produzca, hace falta un tiempo infinito, es decir, una eternidad hasta el momento de su formación, o lo que es lo mismo, no se habría producido todavía. Es así que el Universo existe, luego el azar no ha intevenido en su arreglo, y por tanto aparecen evidentes la Creación y su Creador.

Infiesto, agosto de 1943
J. M. H (Julio Martínez Hombre, era ingeniero agrónomo y astrónomo)








10 comentarios:

Cristóbal dijo...

Estimado José Enrique:

Veo que te gustan los recuerdos de familia. Si tu entrada de hoy es un homenaje a la familia sin más pretensiones, no es necesario que sigas leyendo; pues soy de los que piensan que deber ser honrado el que honra a su familia.

Si por el contrario pretende ser realmente una refutación, quisiera señalarte algo: De un tiempo de longitud finita no se deduce que la cantidad de instantes comprendida sea también finita.

Si te imaginas un tiempo de longitud T, éste está formado por 2 tiempos de longitud T/2, cada uno de los cuáles los estará por otros dos tiempos de longitud la mitad… y así indefinidamente sin que en ningún momento lleguemos a un tiempo de longitud cero.

En el razonamiento expuesto se da a entender que una persona tardaría 40 años en componer todas las palabras de 8 letras, invirtiendo 10 segundos en cada palabra. Pero si utilizara 1 sg, invertiría un año. O si utilizara 1 décima de segundo…

Pero ¿Por qué una persona? ¿Por qué no 10, 100, 1000,…? Pero ¿Por qué una palabra como imprenta? ¿No nos vale la aparición espontánea de cualquier otra palabra con sentido en nuestro idioma? ¿O en cualquier otro idioma?

Con estas nuevas condiciones la probabilidad de que aparezca una palabra de ocho letras es muy grande en un lapso de tiempo muy pequeño.

Pero hay más, para formarse un Universo viable, en el que se pudieran mantener debates como éste no sería preciso ordenar todas y cada una de sus pequeñas partes en un único orden preseleccionado. Sería suficiente un pequeño conjunto de leyes físicas, no contradictorias entre sí, para que más tarde o más temprano “algo” en algún punto del universo estuviera pensando en algo como esto.

La existencia de Dios no creo que se pueda alcanzar por esa vía. Cundo yo dejé de debatir esas cuestiones se daba por admitido que a Dios se llegaba por la fe o la revelación directa lo cual dejaba a las Matemáticas fuera.

Un cordial saludo. Carlos56.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Estimado Carlos56:

En primer lugar, quisiera dejar claro que uno de los motivos era recuperar la memoria de un gran hombre, y que el curso del tiempo lo dejó olvidado, pero también quería defender que creer en Dios no es algo de incultos o de ingenuos, afirmando que la ciencia es incompatible con ser creyente, por eso aproveché la opinión de alguien que era culto, que no sólo fue un ingeniero agrónomo sino que fue astrónomo (secretario general para España de la Asociación astronómica de Italia; vocal de honor de las sociedades astronómicas de París y Londres, y un estudioso de la figura de Matemático Pedrayes y de Newton.

A parte de las cuestiones científicas del escrito, que, como con el Derecho, son aptos para los instruidos en dicha materia, tenía la intención de que la gente viera que es razonable, muy razonable, creer en la existencia de Dios o de un Ser Supremo que creó el mundo. Sobre todo, y esto es cosecha propia, nadie ha solventado, en la teoría del Big Bang, el período anterior a la explosión. Es decir, ¿cómo se formó esa gran bola que explotó? ¿Si había algo antes de existir dicha bola? Son cuestiones que me hacen pensar que tiene que haber un Ser Supremo, alguien que creara o coordinara la creación del Universo tal y como lo conocemos. Por eso creo que, se tiene que seguir partiendo de la premisa de que dicho Ser Supremo fue el impulsor de la creación de nuestro Universo.

La fe, personalmente, es para creer que Jesús es Dios y que María es virgen, o que existe la Santísima Trinidad.

Un cordial saludo, y te agradezo mucho tu opinión.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
desahogandome dijo...

Sobre la existencia de Dios escribí hace un par de días un post en mi blog. Por no reproducirlo copio-pego la dirección y si alguien lo tiene a bien puede leerlo: http://elcantodelamoneda.blogspot.com/2008/01/volviendo-al-asunto-que-me-trajo-por.html

Y también puede opinar.

He leído atentamente los argumentos de tu abuelo (¡que mejor forma de honrarle que llamarle abuelo!); también he leido lo argumentado en el primer comentario.

Después de ambas lecturas sigo en mis trece:

Es imposible demostar de forma alguna la existencia de Dios que, como la virginidad de María, no es sino cuestión exclusiva de la fe.

De ello saben mucho, sin duda, los siempre privilegiados depositarios de la palabra: la curia vaticana que viste túnicas de seda mientras adorna sus falanges con anillos de oro, viaja en mercedes, vuela en primera clase, y "reza" como antes muchos otros hombres de otros tantos credos, ante estatuas esculpidas en mármol o modeladas con preciosos metales.

Cristóbal dijo...

Estimado José Enrique:

Según la teoría del Big Bang, no puede preguntarse por lo que había antes de esa bola: pues el tiempo es algo que nace con la explosión, no existe ese antes.

En cualquier caso es conveniente admitir que nuestro conocimiento como individuos y posiblemente como especie es limitado. Debemos ser humildes y no pensar que lo conocemos todo, o ni siquiera que se alcanzará el tiempo en que lo conoceremos todo. Pienso que, como consecuencia de esa humildad, no debemos argumentar que ante la falta de una respuesta científica actual podamos admitir una hipótesis sobre la existencia de Dios.

Aún mas, este tipo de razonamientos posiblemente perjudica a los que realmente creen en Dios. Lo argumento:

Si la creencia en la divinidad se basa en la ausencia de una racionalización a un hecho (pongamos la lluvia) la aparición de una teoría científica que explica el fenómeno supone un retroceso en el concepto de Dios. Visto así, es una carrera en la que vamos situando a Dios detrás de una ignorancia, de la ausencia de una alternativa mejor, cuando el conocimiento lo alcanza, éste se refugia un poco más allá.

Estoy seguro de que la conciliación entre ciencia y religión es algo que se ha conseguido, y más tras el Vaticano II. De hecho hay muchos científicos de muy diversas religiones, y muchos religiosos dedicados a la ciencia. Pero pienso que es bueno diferenciar el plano del conocimiento racional y científico, del plano de los afectos, o de la fe religiosa.

En relación a tu abuelo (me parece entender que por parte de madre), deduzco que es persona de gran mérito que no ha sido suficientemente reconocido. Por lo que he podido entender existe algún tipo de agravio por parte de un tal D. Javier Rubio Vidal. Lamentablemente, he de admitir mi desconocimiento sobre D. Julio, lo mismo que sobre el matemático Pedrayes.

A mi alejamiento geográfico de Asturias hay que añadir lo que es una constante española: Ignorar lo que es su patrimonio y sobrevalorar lo que viene de fuera…

No deseando quitarte más tiempo, recibe un cordial saludo. Carlos56.

Anónimo dijo...

Muchos que se dicen ateos furibundos, cuando se encuentran en un hospital, y ven cercana a "la Pelona", reclaman urgentemente para confesarse a esos señores a los que "chanchangorri" trata de esa forma tan despectiva........

Anónimo dijo...

Coincido con carlos56 “la aparición de una teoría científica que explica el fenómeno supone un retroceso en el concepto de Dios”, si en el futuro se logra explicar el Big Bang, se retrocederá a lo anterior poniendo a Dios como creador.

En cuestiones que no se pueden demostrar científicamente, se acude a “no puedes demostrar que no exista”, y se aplica a cualquier cosa: OVNIS, Conspiraciones… la cuestión de Dios es un cuestión de Fe, se necesita creer en algo, y es muy necesario, porque necesitamos llenar el hueco de las cosas que no podemos explicar, dar sentido a lo que no lo tiene, y crear esperanza cuando el resto de posibilidades se han agotado.

Creer en Dios no es algo de incultos o de ingenuos, esa apreciación supone una burla a la creencias de la gente, pero la ciencia generalmente es atacada cuando se enfrenta a los dogmas, como vemos con la teoría de la evolución inteligente, así que ciencia y fe no van casi nunca de la mano, más bien la primera ha de defenderse de los ataques de la segunda.

he dicho

desahogandome dijo...

filomeno2006, lo siento pero he de replicar:

El Papa viste túnicas de seda, el día de su nombramiento salió al balcón del Vaticano con un crucifijo de oro de más de un metro de altura, lleva el famoso "anillo del pescador" que de madera no es, sino de oro también. Usa vehículos Mercedes de lujo y blindados y vive en un palacio vaticano lleno de estatuas, obras de arte y riquezas.

¿describir es tratar de forma despectiva?

Creo que escribir "chanchangorri" es más falta de respeto, o una sutil y "bienintencionada" ironía, cuanto menos.

un sincero abrazo.

desahogandome dijo...

filomeno2006 (y tomando el "chanchangorri" de forma irónica y no despectiva) no puedo sino afirmar que simplemente manifesté, no critique, que quienes guardan tales o cuales opiniciones

- Visten túnicas de seda, como el Papa.
- El día de su elección salen al balcón Vaticano portanto un crucifijo de metro y medio... y de oro.
- Portan el anillo del pescador que no es de conchas de mar sino del mismo y preciado material.
- Viajan en Mercedes y avión privado.

Todo esto (y mucho más) hace el Papa. Claro que enumerarlo es "tratar de forma despectiva".

Estoy tranquilo porque al menos, no has dicho que fuese mentir... y eso es pecado.

pd.: ¿de verdad que muchos de los que se creen.... piden a gritos un cura antes de morir? En un hospital no trabajarás, no?

un afectuoso y sincero abrazo, hombre

Anónimo dijo...

Xanxangorri: el inteligentísimo Sarkozy, por si acaso, se lleva bien con la Iglesia Católica y con el Vaticano.........