jueves, 15 de marzo de 2012

CARTA ABIERTA A LA ALCALDESA DE PILOÑA

Señora alcaldesa:

Lamento tener que escribirle estas líneas, pero a la vista de la lamentable y reprochable actitud de algunos compañeros suyos, en las que predominan la ingratitud, la soberbia, la sordera y la miopía política, no me han dejado otra opción. En efecto, cuando alguien con educación y respeto insta a que el equipo de gobierno pacte con quien estime oportuno de entre las distintas fuerzas políticas para sacar adelante propuestas que puedan beneficiar al conjunto de los ciudadanos residentes en Piloña, es, como mínimo, de agradecer. Pero, en lugar de escuchar a quien le formula una crítica constructiva, se opta por justo lo contrario, por la descalificación y la mentira, creyendo que, matando al mensajero, ocultarán la realidad crítica del concejo y al aumento de las voces críticas con su gestión, proviniendo incluso de quienes la votaron el pasado mayo.

Por otra parte, si creen desde sus filas que atacándome con mentiras lo que van a conseguir es amedrentarme y callarme a base de polvorones, demuestran un absoluto desconocimiento de mi manera de ser, porque yo no me callo ante nadie, ya sea del PP, FORO, PSOE o IU. Ante todo honestidad y fidelidad a los principios que tengo. No soy como Groucho Marx, en aquella pelicula, en el que si no le gustaban a los demás sus principios los podía cambiar. Esa es la diferencia entre el abajo firmante que no le debe nada a ningún partido, que tiene un trabajo que le permite ser independiente, que no busca agradar a nadie y que le dice la verdad a sus clientes; y los que no tienen otro recurso que vivir directa o indirectamente del aparato, que callan, aun sabiendo que lo están haciendo mal, no vaya a ser que sufran la ira del jefe de turno y les mande a hacer por el campo. Creo, además, sinceramente que la profesionalización de la política hace un tremendo daño a nuestra sociedad. Hay demasiados muertos de hambre, sin carrera universitaria, experiencia laboral o formación profesional, que buscan perpetuarse a toda costa en los cargos públicos, postergando a los mejores de cada partido de los puestos de responsabilidad. Si, esos a los que los mediocres quieren hacer la vida imposible porque temen ser purgados por una sencilla razón: por incompetentes.

En lo que llevo militando en el PP, desde mayo de 2001, los distintos cargos que he desempeñado en la organización, incluidos los dos años como asesor a media jornada en el Ayuntamiento de Oviedo, no fueron obtenidos porque los haya pedido o conspirado para lograrlos, más bien me fueron ofrecidos, y los acepté porque consideraba que podía aportar algo útil a la organización y mejorar la gestión de mis antecesores. Incluso, tan poco apego tengo a los cargos, que acabé dimitiendo de mis últimos cargos en la Junta Directiva de NNGG de Oviedo en junio del año pasado como demostración de coherencia personal ya que llevo mucho tiempo pidiendo una renovación profunda en el PP asturiano. Por fortuna, ese proceso de renovación se ha llevado a cabo gracias a la nueva Presidenta del PP regional. En lo que respecta mi persona, ahora mismo, y para la tranquilidad de su parroquia, no tengo en mente ninguna aventura política, ya que no tengo ganas de tirar por la borda el esfuerzo que me ha llevado el montar mi propio despacho, y menos ahora que estoy recogiendo los frutos.

Toda esta información debería ser suficientemente clarificador y demostrativo que si yo quisiera vivir de la política, lo habría tenido bien fácil como hacerle pelota a personajes como Iglesias Caunedo, secretario general del PP ovetense, otrora mano derecha de Gabino de Lorenzo y actual alcalde de la capital. En fin, sólo espero de los cargos de su partido, no ya honradez, algo que me parece una pérdida de tiempo, sino más bien prudencia, so pena de quedar otra vez en evidencia.

Publicado en la Crónica de Piloña, del mes de febrero, en la sección Cartas al Director

Twitter: @josecarrerob


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnifica carta.

Maria dijo...

Tambien coincido contigo:
"...Hay demasiados muertos de hambre, sin carrera universitaria, experiencia laboral o formación profesional..."

Esto parece una plaga o peor aún, una epidemia.

Ahora que lo pienso, pues Yo tampoco tengo carrera universitaria, ni siquiera formación profesional.

Esto me da que pensar......