Con la que está cayendo en nuestro país, y que uno de los temas de actualidad sea la reforma del Tribunal Constitucional, clama al cielo. Sobre todo, porque el motivo que se alega es que no se ha dictado aún Sentencia sobre el Estatuto catalán y que su actual composición no debe ser la encargada de dictarla porque algunos de sus miembros debieron ser sustituidos hace casi tres años. Esto podría tener un pase si no fuera porque los promotores de la propuesta parecen olvidar es que el problema tiene unos claros responsables, y no son ellos mismos, los propios políticos. ¿Acaso no han sido ellos quienes han bloqueado la renovación del Tribunal y, en su caso, han callado de manera vergonzosa hasta estas fechas, que coinciden casualmente con la precampaña de las elecciones catalanas?.
Pero otro de los disparates que he escuchado es la pretensión de que el Tribunal Constitucional se declare incompetente porque el Estatut ha sido refrendado por el pueblo. Esto se puede calificar de demagogia barata y una pretensión de engañar al noble pueblo catalán, porque, para empezar, el Estatuto de Autonomía es una Ley Orgánica aprobada por las Cortes Generales que se tiene que ajustar a los límites señalados en la Constitución y su refrendo popular, exigido por imperativo constitucional, no lo exime de su control de constitucionalidad, como cualquier otra disposición legal que fuera aprobada por las Cortes, que, a fin de cuentas, representan al pueblo español y cuya composición es el resultado de unas elecciones libres.
Por otra parte, ya me cansa la manipulación del resultado del referéndum encaminada a afirmar que la mayoría de los catalanes apoyaron el texto, cuando sólo acudieron a las urnas el 49,41% de los votantes, de los que el 73,9% votaron afirmativamente, lo que supone que el 36,52 % del total. Por cierto, mayor respaldo obtuvo la Constitución española, aunque algunos pretendan desacreditarla, en el que votaron el 67,91% de los catalanes llamados a las urnas, siendo el 91,09% votos afirmativos.
Por último, a modo de recomendación, podrían nuestros políticos dedicarse a trabajar por las cosas que realmente importan al ciudadano, absteniéndose, a ser posible, de intentar mangonear los otros poderes del Estado. En serio, nos harían a todos los españoles un gran favor.
Pero otro de los disparates que he escuchado es la pretensión de que el Tribunal Constitucional se declare incompetente porque el Estatut ha sido refrendado por el pueblo. Esto se puede calificar de demagogia barata y una pretensión de engañar al noble pueblo catalán, porque, para empezar, el Estatuto de Autonomía es una Ley Orgánica aprobada por las Cortes Generales que se tiene que ajustar a los límites señalados en la Constitución y su refrendo popular, exigido por imperativo constitucional, no lo exime de su control de constitucionalidad, como cualquier otra disposición legal que fuera aprobada por las Cortes, que, a fin de cuentas, representan al pueblo español y cuya composición es el resultado de unas elecciones libres.
Por otra parte, ya me cansa la manipulación del resultado del referéndum encaminada a afirmar que la mayoría de los catalanes apoyaron el texto, cuando sólo acudieron a las urnas el 49,41% de los votantes, de los que el 73,9% votaron afirmativamente, lo que supone que el 36,52 % del total. Por cierto, mayor respaldo obtuvo la Constitución española, aunque algunos pretendan desacreditarla, en el que votaron el 67,91% de los catalanes llamados a las urnas, siendo el 91,09% votos afirmativos.
Por último, a modo de recomendación, podrían nuestros políticos dedicarse a trabajar por las cosas que realmente importan al ciudadano, absteniéndose, a ser posible, de intentar mangonear los otros poderes del Estado. En serio, nos harían a todos los españoles un gran favor.
3 comentarios:
No olvidemos que en esa farsa electoral han permitido votar a los menores de 16 años y a inmigrantes sin papeles. Y aún y con esas, un fracaso. disariz
Iskander hablamos de referendos distintos, el que tú mencionas son ilegales y convocados en distintos municipios, y del que yo hablo es legal y preceptivo y vinculante para aprobar el Estatuto de Autonomía, en el que sólo pueden votar los mayores de edad que tengan su residencia legal en Cataluña.
Hace ya años que los políticos no se molestan en ocultar la politización de la justicia, que los órganos judiciales están politizados es un hecho que los ciudadanos conocen, si en vez de usar PP y PSOE se usan las expresiones “progresistas” y “conservadores”.
Lo que pasa en el TC cuya demora es vergonzosa es precisamente una lucha entre ambos sectores, lo mismo puede decirse del CGPJ.
Por lo demás nuestro país cada vez se parece más a Italia, y hay un mayor desapego a los políticos incapaces de hacer nada que no redunde en su propio beneficio personal (pacto de educación, pacto económico), en la crisis en la que estamos, donde la gente esta quemada con el gobierno y con la oposición.
Por eso ya se ve normal los graves ataques institucionales al TC, (propios de otro tipo de países), donde ya con descaro se busca someter al tribunal forzando una renovación de los jueces y/o modificando su ley.
Pero en democracia el pueblo tiene lo que quiere, así que los Españoles nos merecemos como dice Pérez Reverte todo lo que no esta pasando.
Publicar un comentario