miércoles, 17 de septiembre de 2008

OTRA VEZ LA ECONOMIA

Aunque no le guste a Zapatero hablar de la crisis, y por eso esté deseoso de montar un circo con alguna que otra cortina de humo, con su polémica en la que se pueda acusar a la derecha de derecha extrema, como hizo la legislatura pasada, por cierto, con notable éxito, vamos a hablar de la crisis económica. Esa crisis que nos estuvo ocultando antes de las elecciones e incluso llegó a descalificar como antipatriotas a los que sostenían tesis contrarias, a los que, en resumidas cuentas, avisaban de la crisis. Después, negándose a ver la realidad, criticaba a los que usaban esa palabra tan dura de pronunciar para él. Ahora parece que está reconociendo que la situación no está bien, pero, siguiendo su costumbre, él no tiene la culpa de nada, la tienen los yankees.

Es verdad, no tengo problema alguno en decirlo, que el inicio de la actual crisis mundial provienen, entre otras cosas por la escalada en los precios del crudo, precios que establecen el monopolio de la OPEP, y, también, por las hipotecas basura en los EEUU. Pero que el origen de la crisis tenga factores exógenos no implica que el señor Zapatero tenga su parte de responsabilidad, que no es poca. Por eso antes quisiera aplicar, a modo de analogía, ciertos conceptos jurídicos, que debería conocer nuestro Presidente del Gobierno puesto que es Licenciado en Derecho, como son la "omisión" y "comisión por omisión". Los dos son castigados, no por ser el que realiza la acción, sino por evitar la causación de un daño. Y el Señor Presidente del Gobierno, que debiendo conocer las repercusiones de la crisis internacional en España, debía haber adoptado las medidas necesarias para que, en la medida de lo posible, mitigar en lo posible los efectos.

Pero, como a agua pasada no mueve molinos, es inútil en estos momentos reprocharle lo que no ha hecho y debió de hacer, así que adopte medidas sensatas y útiles, como bajar los impuestos a las clases medias y bajas, o como reducir la carga impositiva del impuesto de la gasolina. En cuanto a su irresponsabilidad por omisión, ya habrá momentos ulteriores para analizar su gestión de gobierno.

29 comentarios:

Álvaro Ortega dijo...

Coincido contigo, pero en mi blog he ahondado aún más sobre este tema y ahondaré hasta el fondo el día 18 de sept.

Pásate a ver qué te parece.

Un Saludo.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Es decir, hoy, pues nada le echaré un vistazo cuando tenga más tiempo. Espero que esté en un lenguaje apto para gente no experta en materia económica, como yo.

El Berto dijo...

Lo de bajar los impuestos daría algo de aire a las familias, pero el Estado aumentaría mucho mas su déficit (a pesar de que se suprimieran ministerios y altos cargos), los gastos de seguridad social y desempleo crecen imparablemente, si ingresas menos y gastas mas las cuentas no salen.

Esta muy bien el documento de la “Crisis Ninja”, aparece buscándolo por Google, lo explica de manera sencilla y da que pensar que todos estos años de “cultura empresarial”, MBAs, Escuelas de Negocios y demás, no han servido para que los ejecutivos de las empresas y bancos tuvieran la visión que tenían la gente de la calle que lo de la vivienda iba a terminarse tarde o temprano.

Entre las medidas que han llevado a que las cuentas del estado estén como están son los famosos 400 euros… responsabilidad clara del Señor Zapatero, pero bueno es parte del precio de ganar las elecciones.

También no regular o poner límites a las empresas de crédito fácil e intereses “usureros”, servicios de refinanciación y unificación de deudas.. Que tenían en su público a los colectivos más necesitados.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

A corto plazo sería deficitario pero, como aumentaría el consumo, habría más ingresos vía IVA, los comercios ganarían más, aumento de ingresos por pagos fraccionados y por por elIS. Pero si añadimos que el déficit no sería tanto si quitamos mucho vividor que está cobrando del erario público, pensando principalmente en Ministerios absurdos y cargos de confianza inncesarios se ahorraría mucho dinero. Que buena parte de los cargos públicos son innecesarios, sobre todo las grandes plantillas de asesores.

Anónimo dijo...

Con contertulios tan nefastos como Ortega y compañía este blog, ya de por sí malo hasta aburrir, adquiere la calificación de pésimo.

Ruby Marmolejo dijo...

El carrero dice:

'Aunque no le guste a Zapatero hablar de la crisis, y por eso esté deseoso de montar un circo con alguna que otra cortina de humo'

Probablemente el malvado ZP haya tirado las hipotecarias Fanie y Freddie y la aseguradora AIG para distraer al personal de la crisis económica que padecemos en España.

Ya no cuela carrero, habeis pretendido acusar a Zapatero de provocar la crisis Española, pero os ha salido muy mal la jugada.

Habeis quedado muy mal.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Al cobarde que no da la cara, a palabras necias oidos sordos. Me da igual que diga ese cobarde que este blog es malo porque decir eso, sin argumentación alguna, como si su palabra fuera divina, demuestra que lo único que sabe hacer es descalificar. Tú mismo.

Ruby me gustaría un poco de respeto ya que te invito a participar en este blog, lo de "el carrero" suena un poco irrespetuoso.

Me gustaría, por otra parte, que no tergiverses lo que he dicho, porque , para intentar demostrar que tienes razón, tienes esa manía de poner en boca de otros lo que no dijeron, aún recuerdo que me acusó de llamar a las madres abortistas asesinas.

Ruby, si te hubieses molestado en leer el artículo entero, no le estoy echando a Zapatero la culpa de originar la crisis, sino de no tomar medidas para evitar, en la medida de sus posibilidades, que las consecuencias de la crisis internacional, se noten lo menos posible en España.

Así que, por favor, no te montes películos porque yo no he acusado a Zapatero de originar la crisis, sino de no hacer nada.

Anónimo dijo...

José Enrique, no se moleste en contestar a la tal Ruby Marmolejo. Es el troll más conocido en la blogosfera (no tiene más que visitar su blog), y cualquiera que tenga un blog en el que no se rinda pleitesía al gobierno y al PSOE puede ser víctima de su vandalismo. Por eso mismo no me identifico, porque no quiero que llegue a conocer mi blog y deslucirlo con sus comentarios.

No intente razonar con ella, es inutil. No es más que un consejo, por supuesto es libre de hacer lo que quiera. Pruebe a poner "Ruby Marmolejo" en Google y verá a qué me refiero...

Un saludo.

Anónimo dijo...

"Ruby me gustaría un poco de respeto ya que te invito a participar en este blog, lo de "el carrero" suena un poco irrespetuoso."

Señorita Ruby, ha herido usted al señorito que le ha invitado a su blog-party.
Cómo se le ocurre referirse a él por "el Carrero" cuando es nada menos que un Carrero-Blanco y Martínez, pero en el blog sale sólo "y Martí" como el escritor cubano, cosa que queda muy bien.
Yo en su caso, señorita Ruby, le llamaría desde ahora en adelante "el Martí", no creo que se ofenda y le vuelva a afear su conducta.

Anónimo dijo...

Alvaro, es usted guapísima.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Siguen apareciendo cobardes que no tienen el valor de dar la cara. Pues ese comportamiento les delata y les dice claramente qué tipo de personas son.

Anónimo dijo...

"Pero si añadimos que el déficit no sería tanto si quitamos mucho vividor que está cobrando del erario público..."

Pues mire, coincidimos plenamente. Especialmente si incluimos en la ecuación a los funcionarios de la administración Central.

"Milagro entre milagros", pues es tan glotona del porcentaje total de los recursos públicos disponibles... como lo era cuando ostentaba el triple de competencias, hace treinta años.

Por supuesto también incluyo entre aquellos a los funcionarios de justicia, cuyo prestigio social rivaliza con sus pobrísimos resultados...

Anónimo dijo...

"Me gustaría, por otra parte, que no tergiverses lo que he dicho, porque , para intentar demostrar que tienes razón, tienes esa manía de poner en boca de otros lo que no dijeron, aún recuerdo que me acusó de llamar a las madres abortistas asesinas."

Por supuesto no es recomendable hacer ese tipo de alegres e infundadas acusaciones... y menos aún ante un jurista competente, experimentado o no...

Sin embargo, también sería conveniente que los confesos antiabortistas, —sobre todo los más ilustrados como usted,— se animasen a declarar (sin subterfugios) que el aborto efectivamente no es un asesinato.

Pues incluso estaría dentro de lo opinable, el afirmar se tratara de un homicidio... todo ello cuando —no hace falta insistir en el cómo,— los 'antiabortistas' más explícitos gritan abiertamente... justo lo contrario.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Suga, Vamos a ver suga ¿me viste la cara de ser representante de los antiabortistas? Pues no, no lo soy si así lo crees, y yo sólo hablo en mi propio nombre, y yo nunca he igualado el aborto al asesinato. Así que no me intente restregar algo de lo que yo no soy responsable.

Anónimo dijo...

Desde luego no lo pongo en duda, sin embargo:

"Yo nunca he igualado el aborto al asesinato."... en lugar de expresar inequívocamente... que "el aborto NO es un asesinato".

Lo cual se confirma que es el comportamiento más habitual, incluso tradicional... por parte de quienes consideran el aborto un pecado.

Pero esa es la cuestión, claro ¿cómo NO va a ser delito, siendo un pecado?... y además mortalísimo,

¿o cuando sabemos que durante siglos, 'el pecado mortal', al menos en la práctica... significaba "matar al pecador"?

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Suga por qué tengo que decir que el aborto no es asesinato si nunca lo dije? Lo que dije fue en contestación a la acusación falsa de que yo dije que era igual a asesinato. Lo único que hice fue desmentirlo. ¿Acaso tengo, cada vez que abra la boca, explicar con detenimiento todo? ¿No es más fácil ceñirse a lo que se dice?

Como veo que ha trasladado a un artículo sobre economía el debate del aborto, creo que no ha respondido aún, ¿usted considera coherente que haya gente que defienda los derechos de los animales y a su vez defiendan el aborto libre? Y por cierto ¿tiene algún problema con que haya gente que libremente crea que abortar es un pecado? ¿No tienen derecho a defenderlo pública? ¿O su derecho queda relegado a un ámbito privado? Lo único que se debe exigir es que se defiendan las posturas con respeto, que se debe predicar de todos, no sólo de unos, sino de todos. Porque tampoco sería muy coherente el que se recrimine a la gente que se indigna con el aborto cuando, llegando a calificarlo de asesinato, cuando los antitaurinos califican a la gente que le gustan los toros de asesinos. Por cierto, ¿usted dijo algo al respecto? ¿Le parece bien que se llame asesinos a los que defensores de la tauromaquia? ¿No le parece mejor apostar por defender las posturas de los demás con respeto, aunque las consideremos aberrantes? ¿No sería mejor defender las posturas con los argumentos y no con el insulto y la descalificación?

Lo que me parecería triste es que usted defendiese un Estado con dos clases de ciudadanos distinta, unos de primera y otros de segunda, que sería el principio de una reedición de hechos históricos de infaustos recuerdos.

Anónimo dijo...

"Suga por qué tengo que decir que el aborto no es asesinato si nunca lo dije?"



***
Me temo que la frase no tiene demasiado sentido, al menos expresada así... tal vez probando de este otro modo: "¿por qué debería desmentir la frase "el aborto no es asesinato", si nunca lo dije? A lo cual habría respondido con naturalidad que le asistía toda la razón. Aunque por desgracia se habría frustrado mi avieso plan, urdido para demostrar que usted no podría decir semejante cosa... pues en ningún caso, pretendí establecer si debería haberlo hecho.

De nuevo, al evitar expresar de forma explícita que "el aborto no es un asesinato", —cuando por ejemplo no le costaría verbalizar que "robar es un crímen"— eso... sencillamente, indica una contradicción personal que subyace y se lo está impidiendo. Lo cual a fin de cuentas, es lo único que pretendía demostrar mediante este improvisado experimento casero... y solo con alguna pretensión 'sociológica'.

Porque resulta obvio que al menos en conciencia —por motivos absolutamente privados,— usted considera que el aborto es ciertamente el asesinato de un ser humano. Postura que además considero respetable... mientras se haga desde la distinción de los valores propios e individuales... con respecto a los derechos de terceros; conquistados, reconocidos y bajo amparo legal.

Para concluir... por supuesto que usted 'no tenía porque decirlo', faltaría más, de hecho le pido mis sinceras disculpas por la malicia. Pero ya comenté lo oportuno que consideraba que fuera dicho, alguna que otra vez, por quienes aún siendo contrarios al respecto, también son plenos conocedores de la ley... y aunque solo fuera a modo de simple recordatorio, lo cual nunca debería estar de más.

En cualquier caso, mi conclusión personal acerca de esta cuestión, es que aquellos colectivos que no respetan los derechos ajenos, después tampoco deberían esperar otro más respetuoso, —sino más bien recíproco— hacia los suyos. Pues como exhortaba el viejo refrán, "aquí, o todos moros... o todos cristianos". Un saludo cordial.

Anónimo dijo...

"¿Le parece bien que se llame asesinos a los que defensores de la tauromaquia?"

No. Me parece injusto, inoportuno, y hasta contraproducente. Por ello prefiero el desprecio de ignorarlos. Pero en cambio, si me parece adecuado calificarlo de salvajada anacrónica... y de excepcionalidad que nos aleja de los estándares occidentales.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Suga, en primer lugar, disculpe las imprecisiones de mis respuestas pero es debido a la rapidez con la que contesto. Debería leer todo lo que escribo más detenidamente antes de publicarlo, pero mi tiempo es oro, y ya gasto lo suficiente en escribir los artículos en apenas dos horas. Pero me ha entendido, o me debería haber entendido.

Me daba en la nariz, desde el primer día que sus intenciones no eran del todo sinceras, pero lo que sí he de decirle que su experimento, por muchas vueltas que le dé, ha fracasado, porque no tengo ninguna contradicción personal como afirma. Y creo que debería analizado todos mis artículos, desde que empecé a funcionar este blog. Si hubiese usted analizado toda esa vasta documentación obrante en este blog, podría comprobar que lo que digo lo digo porque creo en ello, y procuro tener la suficiente diligencia como para documentarme antes de emitir mis opiniones. Es verdad también que, tanto por prudencia como por sentido práctico, opto por decir las cosas de una manera determinada. Mi objetivo es convencer y creo que para ello es necesario dar preeminencia a los argumentos y que el lector sea el que decida si lo que yo digo es válido o no. Este sentido pragmático, que ya lo tenía antes de empezar en el mundo de la abogacía, fue incrementada posteriormente. Por fortuno estoy en un despacho en el que tiene por filosofía el aportar la documentación necesaria, no toda la que uno disponga; es ser lo más conciso posible tanto en los escritos como en los informes orales, no aburrir, por mucha razón que uno tenga, al juez; es a veces usar las preguntas retóricas y no las afirmaciones categóricas...

Y para acabar de conocerme, soy demasiado legalista, me ciño al signficad de las instituciones jurídicas, no a las definiciones políticas ni sociales. Y también, porque así he crecido, tengo un sentido de la justicia en el que me indignan las injusticias y los dobles raseros. Si saqué en el otro artículo el tema de la coherencia del aborto en los antitaurinos, fue el mero hecho de que me parece un puro cinismo el que se intente conceder derechos a los animales y, en cambio, apostar por el aborto libre. Pregunta a la que aún no ha contestado ¿se puede defender los derechos de los animales y por otro lado no tener reparo alguno en defender el aborto libre, el negar el derecho a la vida de un ser humano, lo que jurídicamente conocemos como nasciturus, que pueden ser beneficiarios de actos de liberalidad, como donaciones y testamentos, siempre y cuando acaben naciendo en las condiciones del art. 30 CC.

Pero, claro, usted prefirió analizarlo como un problema de coherencia mio, antes de analizarlo como debería haberlo hecho, que no era otra cosa que una manifestación de queja sobre el rostro que tienen algunos.

En cuanto a mi opinión sobre el aborto, ya que está muy interesado, para ver si soy coherente o no, y todo le remito a los artículos que escribí sobre el tema.

Menos mal que si contestó a la pregunta sobre si le parece reprochable llamar asesinos a los de la tauromaquia.

Anónimo dijo...

" ¿se puede defender los derechos de los animales y por otro lado no tener reparo alguno en defender el aborto libre, el negar el derecho a la vida de un ser humano, lo que jurídicamente conocemos como nasciturus...?"

Se puede por supuesto, a no ser que vivamos en un estado totalitario, donde expresar la opinión mediante la libre conciencia sea un delito. Claro que quizás algunos utilizan el adjetivo "libre" con demasiada audacia, como por ejemplo en la frase "el aborto libre", pues sepa usted que realmente defendemos "el aborto controlado y absolutamente regulado... por la administración"

Por otra parte la pregunta es equívoca... y por lo tanto capciosa. Pues pretende que admita que el aborto es negar el derecho a la vida a un ser humano, por mucho que después acuda a un latinajo improbable... para dar cobertura legal a su opinión legítima aunque absolutamente personal.

Desde luego la mía es que un ser humano, y por lo tanto con derechos humanos... no existe hasta después de su nacimiento. Pues hasta entonces no era en realidad más que un intruso, por no decir un parásito en el cuerpo de la mujer en estado de gestación.

(pues biológicamente, el cuerpo de aquella reacciona padeciendo trastornos, casi idénticos a los que causaría alguna patología que el cuerpo combate, guiado por el instinto de supervivencia)

Claro que para demostrar su fe en sus propias convicciones, le sugiero que a partir de ahora celebre los cumpleaños, tomando como referencia una aproximación de la fecha en que fue concebido y no parido, nueve meses antes.

Tampoco me resultan convincentes las peregrinas referencias a las líneas quirománticas del feto, o a que se remueva dentro de la placenta. Pues también se retuerce una cucaracha al ser aplastada... y eso no indica que posea 'humanidad' alguna.

En definitiva un hombre es un individuo, y un individuo respira y se alimenta por sus propios medios e instintos. Desde luego, cualquier supuesto sentimiento, o eventual actividad cerebral del feto, no será otra cosa que reflejos de los que posee el cuerpo, la persona... que le aloja en su interior.

Pues difícilmente tendrá los suyos propios, dado que la mente o el subconsciente maneja símbolos, o elementos, captados desde los sentidos propios y en la vida real, en el mundo real... no así en el limbo uterino que es lo más parecido a la nada absoluta.

Además, me parece que al final todo es una simple cuestión de machismo rancio y atávico, pues en el fondo lo que algunos consideran intolerable es que la decisión, en última instancia, pertenezca a la mujer y no a su pareja. Claro que esto tiene una razón inapelable... desde el instante que un padre nunca podría obligar a abortar por la fuerza, a una madre que quisiera engendrar a su hijo.

También considero contradictorio que quien considera un derecho inalienable, decidir a su 'libre' antojo los valores, conductas o los principios que debe inculcar a sus vástagos... al menos hasta alcanzar la mayoría de su edad (por lo menos), y condicionado en última instancia su destino, apelando a sus derechos como tutor que neutralizan los del 'menor de edad'...

... después, todos aquellos consideren tan incomprensible que también antes de nacer, un feto posea incluso menos derechos propios que los que ellos reconocerían a cualquier menor de edad... así como la consecuencia lógica y consecuente, de aceptar que dichos derechos quedarán depositados exclusivamente en sus hipotéticos futuros padres (y recuerde que reconocí esos mismos derechos a los padres conservadores, por mucho que me disgusten sus intenciones respecto a sus hijos)

Por último, esta vez propondré yo la analogía con el reino animal, pues recuerdo que cierta religión practicada en India, el gnosticismo, rechaza frontalmente causar la muerte a cualquier ser vivo, ni siquiera para alimentarse. De hecho los más furibundos practicantes solo tienen dos posesiones en este mundo, un taparrabos para cubrirse las vergüenzas... y una pluma de pavo real para apartar con delicadeza a las hormigas, antes de sentarse en el suelo, durante su vida contemplativa. Ni siquiera osan arrancar dicha pluma, pues deben recoger una que se hubiera desprendido por si misma... y nunca arrancarla a su 'legítimo' propietario.

La mayoría de los gnósticos —unos pocos millones que suelen dedicarse al pacífico y honorable negocio editorial en las ciudades donde viven,— suelen reunir dinero para que un día al año, los mataderos detengan su sangriento trabajo. Pues aquellos les pagan la cantidad exacta que percibirían por hacerlo, como cualquier otro día. Aunque son conscientes de es una medida simbólica, pues el matadero incrementará el ritmo los días posteriores, hasta recuperar el tiempo perdido.

Pero lo más curioso de los gnósticos, y que es la razón para mencionarlos en este post, es que también renuncian a comer vegetales, al considerar que es también cruel arrancar una 'pobre' manzana de un árbol... puesto que aquella, a algún nivel desconocido, podría 'disfrutar' estando en suspensión acariciada por el sol, o el viento. Por lo que aquellos se limitan a alimentarse (muy frugalmente por cierto) a base de los tubérculos que yacen bajo la tierra. Pues aún admitiendo que también se trata de seres vivos... consideran que su existencia resulta tan pobre, grotesca y deprimente, al permanecer aislados del resto del mundo, son en todo caso las 'vidas' que menos tienen que perder.

Supongo que resulta obvia mi indirecta alusión al feto, comparado con una patata, por supuesto espero no haberle ofendido al hacerla, pero le aseguro que es exactamente lo que opino... y por mucho que usted prefiera recrearse con "el hombre" que 'potencialmente podría llegar a ser el feto' (sin embargo no olvide añadir también "la mujer", aunque solo sea de vez en cuando)

***
Mire señor Carrero-Blanco, excepcionalmente también añadiré una anécdota muy personal, que quizás que le llamará un tanto la atención. Resulta que nací hace cuarenta años, así como mi hermana lo hizo un año antes, mediante cesárea. Eso por entonces, significaba que mi madre ya no podía volver a ser intervenida durante el parto, y es por ello que aquel fue peligrosísimo, hasta el punto que apenas tengo fotos de mi mismo durante mi primera infancia... porque al parecer mi propia cabeza quedó como un auténtico pepino, incluso tengo todavía una pequeña cicatriz en la mejilla, debido a un instrumento siniestro que se conocía como el "fórceps".

Desde luego, no hace falta que le comente que por entonces, cualquier forma de aborto estaba rigurosamente prohibida, así como tampoco se vendían preservativos en las farmacias. Pues sabe usted lo que le digo, que aunque mi madre y yo estamos 'vivitos y coleando', resulta que lo más probable es que uno de ambos o los dos, hubiéramos muerto justo entonces. Por supuesto, si yo ahora estuviera vivo y mi madre no, le garantizo que si me pidieran la opinión, preferiría que ella hubiera abortado, en lugar de arruinar la existencia a mi madre, y por extensión a mi padre o a mi propia hermana.

Usted dirá que es muy fácil decir esto ahora, pero yo no lo considero ni fácil ni difícil, simplemente hubiera aceptado con grado el sacrificio (si hubiera sido realmente un ser humano y con derecho a decidir) porque al fin y al cabo, yo hasta entonces solo era un invitado 'a pensión completa'... sin sentimientos ni conocimientos genuinamente propios... y porque desde luego no era ni remotamente "un ser humano".

... ahora si lo considera oportuno, quizás podría intentar hacer un pequeño ejercicio de empatía poniéndose en mi lugar, para 'decidir' lo que, según usted, hubiera preferido que hicieran de haberse encontrado en mi curiosa circunstancia vital...

De todos modos, tampoco espero que me sorprendan demasiado sus epifánicas conclusiones al respecto, pues al fin y al cabo, sospecho que respeta los derechos del feto, tanto como los de cualquier individuo postrado, entubado y sin esperanzas de recuperación... que se retuerce (también) en la cama de un hospital.

Al cual le niegan tajantemente el derecho a decidir sobre su propia vida... pero no se preocupe, seguro que también encontrará algún latinajo ad-hoc, para poder adueñarse unilateralmente de los derechos de aquel, en virtud de algún supuesto "patrimonio público protegible", que resulte ser. En fin, la fea costumbre de costumbre, y como no paternalista, al atribuirse la potestad para decidir... sobre quienes consideran "equivocados", y solo por su propio bien, por supuesto.

***
Solo quería añadir que Ludwig comentó muy recientemente, y en otro blog, que cierto obispo no tuvo otra ocurrencia mejor que afirmar, en un medio televisivo que "los homosexuales son unos asesinos". Por cierto, ¿le parecería a usted procedente, desde el punto de vista técnico evidentemente, que la fiscalía actuase de oficio al respecto? (y no es una pregunta retórica, jaja)

Anónimo dijo...

Por cierto, ruego a las almas sensibles que disculpen mi anterior comentario si les hubiese parecido demasiado indecente, o directamente súper indecente.

(aunque por suerte, los anónimos aún estamos protegidos de ese... 'mal de ojo')

Anónimo dijo...

Por cierto, ruego a las almas sensibles,
...y espero que también caritativas,


ja, ja, ja.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

En primer lugar, habla usted mucho de preguntas capciosas, pero le gusta hacer unas interpretaciones de mis palabras sacadas de contexto, porque cuando le pregunté si el que concede derechos a animales puede a su vez defender el aborto libre, usted salió con una respuesta disparatada y tergiversando lo que yo le pregunté y además usted sabe perfectamente a qué es lo que me refería, pero, en cambio, prefirió eludir la pregunta diciendo que "Se puede por supuesto, a no ser que vivamos en un estado totalitario, donde expresar la opinión mediante la libre conciencia sea un delito". Y como dije, usted sabe perfectamente que la pregunta no era esa, sino sobre la coherencia de los que defienden los derechos animales, y a su vez,defienden el aborto. E insisto usted sabía perfectamente a lo que me refería. Pero contesto lo que contestó porque no le da la gana, otra vez más, de contestar la pregunta, y van unas cuantas veces que elude la cuestión.

Por otra parte, me parece desafortunado que compare el feto humano con una cucaracha. Mire, lo de que la personalidad se adquiere con el nacimiento, eso no hace falta que me lo hubiese dicho, porque lo llevo diciendo no sé cuántas veces. Pero es una aberración quitarle la humanidad a un feto por el hecho no haber nacido o, según usted, un parásito. El feto es humano por el mero hecho de tener un código genético humano.

Y no me hace falta que me cuente historias sobre si el derecho a decidir sobre la vida humana le corresponde al padre también, lo único que le pregunté era sobre la coherencia de los que defienden la vida de los animales y no la vida de los fetos.

Tampoco hace falta que me cuente su anécdota personal y familiar, ¿qué piensa que usted es el único que tiene anécdotas de ese tipo? ¿qué le hace pensar que yo no la tengo? La diferencia es que a mi no me gusta airear públicamente asuntos privados.

Pero ya lo dice, ¿sabe que existen eximentes penales por el que quitar la vida a una persona no está castigado? ¿Sabe que nuestro art. 20 CP recoge, por ejemplo, la defensa propia o el estado de necesidad, sin olvidarme del cumplimiento del deber?

Voy a volver a formular la pregunta, esta vez sin problemas interpretativos: ¿le parece coherente que los que defienden la vida de los animales le parezca bien el aborto?

Anónimo dijo...

Me temo que usted no mencionó la "coherencia" al defender la vida de un toro, y no la vida de un feto. Aún así, admito que era un eufemismo válido en una conversación informal (aunque claro, el abogado es usted y no yo) Pero también había el precedente cercano, en relación a cierta costumbre poco edificante de 'criminalizar' a las personas por sus opiniones (en vez de criticar las opiniones) Cuestión que recordará, me parecía esencial.

De hecho, por ese motivo le reconocí anteriormente que me parecía "injusto, inoportuno, y hasta contraproducente", llamar "asesinos", a los simpatizantes de las corridas de toros. Pues además, considero que aquellas agonizan sin ayuda, y lo mejor es no darles importancia (ni presencia gratuita en los medios) y optando por ignorarlos, como dije anteriormente.

De todas formas, sólo me limitaba a distinguir entre la crítica legítima, respecto a cuestiones opinables, relacionadas con cualquier acción legítima, o en cualquier caso legal... diferenciándola del insulto personal, la acusación personal, o por supuesto la violencia (que suele ser especialmente personal), contra quienes ejercen sus derechos... que ademas están plenamente reconocidos.

En cuanto a mi opinión (¿personal?) acerca de la "coherencia de los que defienden los derechos de los animales, y a su vez también defienden el aborto"... le contesto que sí, que me parece coherente, como me parece igualmente coherente que otros piensen lo contrario, pues ambas posiciones obedecen a convicciones personales, concernientes al ámbito privado.

Además, recuerde que ya intenté explicarle mi opinión personal, y por lo tanto mis razones personales... como era inevitable al tratar de contestar a su nada frívóla pregunta. Pues al formular la misma, obviamente ya invadía usted (aunque educadamente) mi intimidad... argumentos que por cierto rechazó considerándolos, paradójicamente, algo así como exponer "los asuntos privados en público", je, je.

(por esa razón y como tan generosamente me ha permitido demostrar, nadie debería hacer nunca ese tipo de preguntas... que en definitiva invaden la esfera privada, pues obligan a pronunciarse 'personalmente' respecto a motivos 'personales', que a su vez podrían requerir explicaciones 'aún más personales' y que tal vez no conciernen en absoluto, o no fueran gratos de escuchar... a quien hiciera la dichosa pregunta)

De todos modos, el pretexto arguído para declinar mi invitación a hacer un esfuerzo empático, me temo que resultó demasiado pobre, —por no decir de suspenso en los conceptos básicos del derecho civil,— pues resulta extraño no distinguir entre una declaración privada y una declaración anónima... o una identidad privada, o bien una identidad anónima (por supuesto, le reto deportivamente y por lo tanto sin acritud, a que desmienta esta última afirmación)

(por si acaso, recuerde que ya le dije que no confiaba demasiado en que se animara a explicar sus hipotéticas conclusiones personales, al respecto, y menos aún en público... pues como sospechaba ni siquiera se tomó la molestia de hacerlo, y como además, estaba en su derecho de no hacer)

En fin, es tan escandaloso el desliz que dudo mucho fuera otra cosa, sino una desesperada excusa para tratar de 'escurrir el bulto'... acerca de una explicación que, paradójicamente, usted mismo había incitado al preguntar mi opinión acerca de cuestiones, tan subjetivas e insondables... como 'las coherencias', o 'incoherencias' en las conductas personales.

Al fin y al cabo, ¿que importancia tiene si alguien considera a otro incoherente?, como si no viviéramos en una sociedad repleta de contradicciones, ¡algunas de dimensiones gigantescas!... al menos yo (personalmente) le garantizo que no tengo ningún inconveniente al respecto.

A no ser que esperase una respuesta monosilábica a su ya célebre pregunta, que en tal caso sería afirmativa, "SI",... o a lo sumo: Efectivamente, me parece coherente preocuparse por los toros que son maltratados hasta la muerte en público, y a la vez defender la necesidad de una ley que garantice el derecho privado al aborto, en muy determinadas circunstancias.

(O sea, mi modestísima opinión personal, y que supongo debería ser considerada tan legítima como la suya)



***
De todos modos, para incoherencias, ¿qué tal la de apelar a fotografías de un feto...?para después sorprenderse por su enorme parecido con un bebé, y por lo tanto con un ser humano.

Pues no se que enseñarán en los colegios católicos, si alguien esperaba encontrar otra cosa... ¿quizás se sorprenderían menos si un feto recordara a un zapato, o a un reloj de pulsera?

... pero quizás algunos pensaban que sería como la yema de un huevo (de los que se cocinan fritos con chorizo)... el cual se convertiría en un pollito, justo antes de salir del cascarón.

A fin de cuentas, quizás tan desagradable resulta para usted la comparación de una cucaracha con un feto... como para mi la de este con un auténtico ser humano. Con lo cual, la única opción se reduce al respeto de las mutuas y diversas opiniones privadas, desde la respetuosa discrepancia.

Para dejar zanjada mi posición al respecto, y así concluir con una discusión que me temo que ya no da más de si... le confesaré (por supuesto en privado, jaja) que lo que realmente me repugna de la ley del aborto, es que se aplique en clínicas PRIVADAS.

Sin embargo, si no fuera así, sospecho que algunos obispos se decidirían pronto a manifestarse in situ... por ejemplo señalando con su dedo acusador a las 'golfas indecentes', 'impúdicas' y/o 'pecadoras'.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

No hace falta ser un lumbreras para entender el último párrafo del artículo Taurinos y Antitaurinos. Creo que está bastante claro. Lo de criminalizar no lo saqué yo para nada, fue usted el que salió acusándome de criminalizar a las madres abortistas, lo único que hice fue calificar de cínica la postura de defender los derechos de los animales y, a su vez, el aborto. Pero vamos, no tenía yo la idea de que decir eso fuese criminalizar a la gente. Por otro lado, veo que le ha cogido el gusto por recordarme que el abogado soy yo, no sé a que viene eso ahora, pero vamos creo que he dejado claro que la intención de este blog no es convertirlo en un espacio reservado a juristas, sino, más bien todo lo contrario, doy mi opinión sobre temas variados, incluidos los de tema jurídico, pero sabiendo que me dirijo a personas legas. A ningún abogado se le ocurre hablar a sus clientes utilizando una terminología que desconocen.

Por si acaso, hago la siguiente aclaración: no existe ningún derecho a abortar, al menos por ahora, el aborto sigue siendo un ilícito penal pero que hay tres causas tasadas que eximen de responsabilidad penal, como ocurre cuando por legítima defensa, estado de necesidad o cumplimiento de un deber se llega a matar a una persona. No sé si me he explicado correctamente.


En cuanto a su opinión, creo que no la ha argumentado, sólo ha dicho que sí, aunque en principio pensaba que no me había argumentado el motivo, pero al final encontré la respuesta más adelante. Aunque no estaba hablando de los que defienden el aborto, conforme a la legislación actual, sino a los que defienden el aborto libre.

En cuanto a invasiones de la intimidad. Para nada le invadí nada, y menos su intimidad. La intimidad es un concepto distinto y separado del de la opinión. Para que vea que el constituyente los ha colocado en dos artículos distintos, el derecho a la intimidad está en el art. 18, junto con el del honor y el de la propia imagen, y el otro, en el art. 20, junto con el de la libertad de información. Para que hubiese una intromisión ilegítima a su intimidad tendría que conocer datos íntimos suyos sin su consentimiento. Lo que hice fue preguntarle sobre su opinión, que, de todas maneras, en ningún caso le he forzado a contestar, porque está en su derecho de opinar o no sobre cuestiones, y además usted libremente ha decidido dejar comentarios en mi blog, entiendo que está dispuesto a departir de un modo amistoso. ¿No cree?


Para evitar malas interpretaciones, ¿me podría aclarar este párrafo:
“De todos modos, el pretexto arguído para declinar mi invitación a hacer un esfuerzo empático, me temo que resultó demasiado pobre, —por no decir de suspenso en los conceptos básicos del derecho civil,— pues resulta extraño no distinguir entre una declaración privada y una declaración anónima... o una identidad privada, o bien una identidad anónima (por supuesto, le reto deportivamente y por lo tanto sin acritud, a que desmienta esta última afirmación)”

Mis opiniones sobre el aborto, creo haberle dicho que ya escribí y publiqué en este blog algo sobre el asunto, lo puede encontrar fácilmente entrando en la etiqueta del “aborto”. Perdone no reiterar otra vez mi opinión pero cosas de economizar el tiempo.





¿Qué tiene de incoherente enseñar una fotografía de un feto? Eso se puede considerar propagandístico, pero no incoherente.

No pretendo llevarle la contraria alegando la genética, pero tanto usted como yo fuimos eso que consideró como una cucaracha. Usted fue eso que no considera un auténtico ser humano. Sin embargo una cucaracha nunca podría convertirse en ser humano. Ahí está la, por así decirlo, sutil diferencia.

Le parecerá repugnante que se aplique la ley del aborto en clínicas privadas (que presuntamente algunas de ellas, como se ha visto, no cumplen con la ley), pero existe un derecho constitucional como es el de la objeción de conciencia, muy ligado a las democracias. ¿Por qué sólo va a valer para el servicio militar?. Por ponerle un ejemplo muy gráfico, en Estados no democráticos, exactamente totalitarios, como el Tercer Reich, aplicar la eutanasia y el aborto era obligatorio, y aunque los centros psiquiátricos privados no querían, tenían que facilitar tanto los datos de los ingresados como su posterior traslado a centros donde los gaseaban.

Anónimo dijo...

"¿Qué tiene de incoherente enseñar una fotografía de un feto? Eso se puede considerar propagandístico, pero no incoherente. "

Era una sutileza sin apenas importancia, en realidad la incoherencia —desde mis subjetivísimo punto de vista,— consistía en obviar la circunstancia de que pocas "invasiones de la intimidad", o "exposiciones de la intimidad"... serán mayores a la que supone fotografiar un feto (obviamente sin su autorización explícita)... y aún más para reivindicar con aquella un alegato, o postura política determinada.

(quizás desconozca que incluso está prohibido emplear 'la opinión personal' de los niños, como reclamo publicitario. Por ejemplo: "La mantequilla X, ¡hummmm!, me parece la mejor del mundo)

En cualquier caso, me sorprende que ignorase completamente un detalle que realmente considero esencial, en aquel testimonio anónimo que utilicé a modo de argumento personal... aunque admito que de un modo muy sui géneris por mi parte ("la historieta", creo que fue como lo llamó usted, por si no lo recuerda)

Pues la conclusión era que le podría garantizar que no recuerdo absolutamente nada... cuando obviamente debió ser una bastante dolorosa experiencia... lo cual invalida un extendido argumento contrario, que sostiene que varios meses antes (con el sistema nervioso mucho menos desarrollado), el feto siente y padece el dolor.

De todos modos, esta discusión no tiene demasiado sentido, pues en mi opinión, desde el momento en que usted insiste en reclamarme explicaciones por cuestiones que yo en ningún caso le reprocho, ni le reprocharía. Pues no pretendo alcanzar la verdad absoluta en esta cuestión, sino que me conformo con tener mi propia opinión, a parte de mi consecuente postura al respecto. Asumiendo todas mis contradicciones e 'incoherencias'.

Como usted defiende la suya (su opinión claro, no su incoherencia), por supuesto también mediante los argumentos legítimos que usted considere pertinentes. Desde luego en ningún momento he pretendido, ni pretenderé nunca, convencerle a usted o a nadie de que debería abortar... o no. Porque nunca me atrevería a asumir semejante ajena responsabilidad.

Por último, y con respecto a la alcaración que me solicita por cierto comentario que hice anteriormente, desde luego no exento de intención provocativa, le responderé que su profusa explicación, respecto a las diferencias entre la intimidad y la opinión, le han granjeado un sobresaliente... en la repesca, ja, ja. Ahora en serio, no se tome a mal mis habituales trampas dialécticas, que en cualquier caso son inofensivas y bien intencionadas.

Al fin y al cabo soy algo mayor que usted, y tengo cierta experiencia en un oficio (la publicidad), que también requiere de habilidad o soltura, manejando los conceptos linguisticos... o incluso los semióticos. En cualquier caso, si le hubiera ofendido alguna de mis recurrentes insinuaciones (antes o ahora)... entonces señor mío, solo me queda una opción: ¡retractarme inmediatamente! ja, ja.

Un saludo cordial.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Si lo que está queriendo decir es medir mi coherencia por la que usted supone que yo defiendo la publicación de ecografías de fetos y mi comentario sobre sus intimidades, decir lo siguiente: es verdad que publiqué un artículo en este blog colocando la foto que encontré buscando una en el Google. No obstante, como bien sabrás el feto sólo es bien jurídicamente protegible y no un sujeto de derechos, con lo cual la intimidad de ese feto no se ve afectada, la de la madre tampoco, porque no se sabe quién es. Por último, sólo le hice el comentario de que no hacía falta remitirse a su intimidades para argumentar. Si, en cambio, te refieres a los centros católicos o a otros defensores de la vida del aborto, lo mejor sería remitirse a ellos y sondearles al respecto.

No sé a qué viene traer a colación las opiniones personales de los niños, porque creo que usted dejó hace tiempo de tener esa condición. La cuestión de los niños es que son personas especialmente protegidas, que, por ejemplo, salvo autorización de los padres, no se permite mostrar su imagen y, por eso, distorsionan sus caras cuando no existe el consentimiento de sus progenitores.

¿Ahora encauza sus argumentos a los recuerdos? Sinceramente no me parece muy sólido, debido a que nadie se acuerda de sus primeros instantes de vida fuera del útero materno, con la ya consabida condición jurídica de persona, y en los primeros años como nato, de recuerdos muy escasos. Desde luego, y ruego mi torpeza, no entiendo adónde quiere llegar a parar con ese detalle.

Con respecto a las explicaciones, que parece que no ha quedado claro. Primero decir, que ni le he obligado a responder la cuestión ni lo puedo hacer. Segundo, esa pregunta la planteé en el artículo origen del debate. Tercero, la insistencia es consecuencia de sus propias decisiones, recuerde que usted fue el que libremente decidió abordar el tema del aborto y afirmar que yo he calificado a las que abortaban como asesinas. ¿No pretenderá aplicar la Ley del embudo conmigo? Si usted ha decidido utilizar parte de mi escrito para entrar a debatir la cuestión, ¿tendrá que asumir las consecuencias, no cree? Luchemos en igualdad de condiciones, igualdad de armas, usted libremente ha utilizado los argumentos que ha estimado oportuno, ¿por qué no puedo hacer lo mismo?

Que conste que tampoco le reprocho nada, que me ha encantado debatir con usted, es de los pocos debates que he tenido (y he tenido bastante, llevo casi 9 años debatiendo en foros de Internet) y que ha sido un debate constructivo. Lo que pasa es que yo, que tengo mi manera de ser, no cejo en el empeño de convencer. A veces fracaso, pero en esta vida no se puede ganar siempre.

En cuanto a sus “trampas dialécticas”, en peores plazas he toreado. Soy joven pero tengo cierta experiencia en debates.

Un saludo cordial y me alegra tener un contrario dialéctico digno.

Anónimo dijo...

"Primero decir, que ni le he obligado a responder la cuestión ni lo puedo hacer."

Desde luego, y además doy fe de ello... usted simplemente me hizo una amable (aunque directa) pregunta, acerca de mi opinión personal, lo cual me 'condujo' indefectiblemente... a darle mis mejores explicaciones o argumentos... que sólo casualmente eran ciertamente personales. Obviamente para poder establecer los motivos que condicionan mi propia opinión, o punto de vista personal. Desde luego, considero que no hay nada de reprochable en todo ello, ni por su parte ni por la mía. Incluso olvidé agradecerle que lo calificase de "inapropiado", en lugar de "indecente".

"recuerde que usted fue (quien afirmó) que yo he calificado a las que abortaban como asesinas."

Evidentemente ha habido algún mal entendido, quizás por mi culpa, al expresarme incorrectamente... pues simplemente le encomiaba a verbalizar que "el aborto no es un asesinato", al menos cuando se aplica con arreglo a los supuestos previstos en la ley vigente... y tal como algunos antiabortistas menos ilustrados, a menudo parecen no tener demasiado claro. Desde luego también respete que le asistía el derecho a evitar ese trance, motivo por el cual dejé de insistir al respecto.

(y como por cierto tampoco insistí con otra pregunta, "no retórica" la cual no hace falta recordar, aunque también estaba estrictamente relacionada con sus conocimientos doctos y colegiados... digamos que, a modo de simple consulta, formulada por un humilde y anónimo ciudadano de a pie, ja, ja)

"¿No pretenderá aplicar la Ley del embudo conmigo? Si usted ha decidido utilizar parte de mi escrito para entrar a debatir la cuestión, ¿tendrá que asumir las consecuencias, no cree?"

¿Lo ve cómo exponer o insistir en ciertas preferencias u opiniones privadas.. finalmente podría conducir a situaciones un tanto anacrónicas?... pues obviamente, y en otros tiempos, seguramente esta intrascendente y amigable conversación quizás hubiera terminado resolviéndose mediante un infructuoso "duelo, por cuestiones de honor"... ya que habitualmente aquellos solían ser 'duelos... por cuestiones de opinión'.

"Que conste que tampoco le reprocho nada, que me ha encantado debatir con usted, es de los pocos debates que he tenido (y he tenido bastante, llevo casi 9 años debatiendo en foros de Internet) y que ha sido un debate constructivo."

Le devuelvo el cumplido, corregido y aumentado... pues tampoco es demasiado común conversar, en relación a determinadas cuestiones, con conservadores de verdad, o sea... consecuentes con sus respetables principios personales (al menos tanto como considero los míos) Además, quizás convendremos que resulta más fácil ser coherente, de acuerdo con los principios... cuanto menos de aquellos tenga uno. Lo cual no sucede a demasiados 'conservadores', al menos nominalmente.

En cualquier caso y para que pueda comprender aún mejor mi generosa, o irresponsable tolerancia, respecto a tantas y tan frecuentes incoherencias (ajenas), le explicaré dos que me son muy propias, como ser algo solitario... y sin embargo bastante sociable, o bien ser ciertamente escéptico... y a pesar de ello muy optimista. Pero como se suele decirse en estos casos: que me quiten lo 'bailao'

Un saludo sinceramente cordial, pues además y por supuesto, "lo cortés no quita lo valiente"... también de su parte, ja, ja.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Creo que con esto, que a continuación voy a decir, se finiquita el asunto:

1º Una matización con respecto a lo de "conservador", en algunas cosas soy conservador en otras, no. En cuanto a mis principios, lo soy, y he de serlo, si quiero seguir siendo coherente. En cuanto a otras cosas, tengo una mentalidad totalmente abierta y siempre he aspirado, siempre ha sido mi determinación, de mejorar tanto personalmente como los trabajos que realizo. Cuando estuve más activamente en política, los cargos que ocupé lo hice con la voluntad de mejorar lo realizado por mis predecesores y dejar siempre un listón lo más alto posible.

2º En los debates son importantes dos cosas:
- El respeto hacia los demás.
- Y realizar correctamente los caminos del procedimiento deductivo: hechos y luego la conclusión. Otros, de todos los palos, empiezan con la conclusión y acaban con los hechos, y si tienen que omitir los hechos que no le convienen, lo hacen.
Además yo añado una tercera, una cualidad que tengo desde siempre, que consiste en tener una capacidad de empatía que me lleva a ponerme en su lugar, en su modo de ser o en su modo de argumentar. Con esto consigues que no haya una reacción negativa por su parte, facilitándote la posterior argumentación. Y así, con argumentos que vayan aceptando, se puede conseguir convencer a alguien. Aun así, cuando uno está excesivamente ideologizado (esa que ha mamado unas ideas de un personaje al que tiene una consideración cuasi divina, sin pasar por un necesario proceso de análisis crítico) es imposible apearle de la burra. Algo parecido me pasó con un progresista, que llegó a utilizar criterios argumentativos típicos de conservadores (concretándolo más, llegó a decir que eso era inmoral), para no dar el brazo a torcer.