Con bastante retraso, debido al trabajo, voy a comentar el discurso pronunciado por el candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSOE, Alfredo P. Rubalcaba, Alfredo para los compañeros de partido y... bueno las variantes del apellido materno para los enemigos, pero yo lo llamaré Rubalcaba porque no soy compañero suyo.
Con respecto al contenido del discurso, y aunque pueda parecer que hago uso del argumentario del PP, se le puede calificar de populista y demagogo, aunque bien es cierto que Rubalcaba es un buen orador e inteligente, que ha enfocado su discurso para recuperar la moral dentro de las filas socialistas. Sinceramente, en mi opinión, era la única opción que tenían para evitar que el barco del puño y la rosa naufragara. Es su mejor candidato a día de hoy, aunque sea la antítesis de la palabra renovación. Es un político muy hábil y al que Génova debería de respetarle si no quiere cometer un grave error que sería caer en la autocomplacencia.
De su discurso, a parte de los típicos chascarrillos ideológicos, se pueden ver ciertas propuestas que lanzó que carecen de toda credibilidad en la boca de quien las ha pronunciado, que no era otro del que fuera Vicepresidente del Gobierno y Ministro del Interior con Zapatero Zapatero, y de ahí que lo califique de populista y demagogo. No nos puede, por ejemplo, con vistas a un previsible adelanto electoral, como candidato del partido que está en el poder, hacernos creer lo contrario en propuestas como recuperar el Impuesto del Patrimonio. En efecto, nos justifica que eran épocas distintas cuando se tomó la decisión de suprimirlo pero no nos ha desgajado los motivos que llevaron a que un Gobierno socialista suprimiera este impuesto de los ricos, ni tampoco por qué no optaron por volverlo a imponerlo antes de decidir machacar los bolsillos de las clases medias y bajas subiendo el IVA.
Lo que si valoro de lo que dijo el pasado sábado es su propuesta de reforma electoral, poniendo su mirada en el sistema alemán. Me parece positivo y a tener en cuenta, no obstante dudo mucho que realmente lo quisiera llevar a cabo aunque tuviera la mayoría parlamentaria suficiente. Más bien fue un brindis al sol tendente a hacer creer a los ciudadanos que él simboliza la renovación, algo que justamente él no puede hacer gala.
Y hablando de las intenciones del candidato, no sé si alguien vio la serie que emitió Antena 3 llamada "miénteme (o lie to me, en versión original)". La serie protagonizada por Tim Roth (el Dr. Ligthman) y Kelli Williams, que son dos especialistas en interpretar los gestos corporales y tono de voz para determinar si alguien está diciendo la verdad. Pues bien, sin ser un experto si he podido percibir en el discurso de Rubalcaba, más allá de los característicos movimientos de las manos, gestos en la cara que me hizo pensar que no estaba diciendo la verdad (a fin de cuentas, no es muy habitual encontrar a ningún político que no mienta en alguna ocasión), como la manera de parpadear o los movimientos de su cabeza. En fin puede que me equivoque, pero esa fue mi sensación.
Con respecto al contenido del discurso, y aunque pueda parecer que hago uso del argumentario del PP, se le puede calificar de populista y demagogo, aunque bien es cierto que Rubalcaba es un buen orador e inteligente, que ha enfocado su discurso para recuperar la moral dentro de las filas socialistas. Sinceramente, en mi opinión, era la única opción que tenían para evitar que el barco del puño y la rosa naufragara. Es su mejor candidato a día de hoy, aunque sea la antítesis de la palabra renovación. Es un político muy hábil y al que Génova debería de respetarle si no quiere cometer un grave error que sería caer en la autocomplacencia.
De su discurso, a parte de los típicos chascarrillos ideológicos, se pueden ver ciertas propuestas que lanzó que carecen de toda credibilidad en la boca de quien las ha pronunciado, que no era otro del que fuera Vicepresidente del Gobierno y Ministro del Interior con Zapatero Zapatero, y de ahí que lo califique de populista y demagogo. No nos puede, por ejemplo, con vistas a un previsible adelanto electoral, como candidato del partido que está en el poder, hacernos creer lo contrario en propuestas como recuperar el Impuesto del Patrimonio. En efecto, nos justifica que eran épocas distintas cuando se tomó la decisión de suprimirlo pero no nos ha desgajado los motivos que llevaron a que un Gobierno socialista suprimiera este impuesto de los ricos, ni tampoco por qué no optaron por volverlo a imponerlo antes de decidir machacar los bolsillos de las clases medias y bajas subiendo el IVA.
Lo que si valoro de lo que dijo el pasado sábado es su propuesta de reforma electoral, poniendo su mirada en el sistema alemán. Me parece positivo y a tener en cuenta, no obstante dudo mucho que realmente lo quisiera llevar a cabo aunque tuviera la mayoría parlamentaria suficiente. Más bien fue un brindis al sol tendente a hacer creer a los ciudadanos que él simboliza la renovación, algo que justamente él no puede hacer gala.
Y hablando de las intenciones del candidato, no sé si alguien vio la serie que emitió Antena 3 llamada "miénteme (o lie to me, en versión original)". La serie protagonizada por Tim Roth (el Dr. Ligthman) y Kelli Williams, que son dos especialistas en interpretar los gestos corporales y tono de voz para determinar si alguien está diciendo la verdad. Pues bien, sin ser un experto si he podido percibir en el discurso de Rubalcaba, más allá de los característicos movimientos de las manos, gestos en la cara que me hizo pensar que no estaba diciendo la verdad (a fin de cuentas, no es muy habitual encontrar a ningún político que no mienta en alguna ocasión), como la manera de parpadear o los movimientos de su cabeza. En fin puede que me equivoque, pero esa fue mi sensación.
Parte final del discurso final de Rubalcaba
4 comentarios:
Primero hay que comenzar por el principio. La crisis, que ha roto todos los pronósticos, los del programa del gobierno y el programa de la oposición.
Después se hablaba mucho de si se iba a presentar a la tercera reelección el presidente.
Una vez despejada esta duda, surgió la sucesión.
Ahora las críticas van encaminada a desprestigiar al sucesor.
Rubalcaba ya ha hablado cientos de veces, pero antes no era 'el candidato'.
Si hubiese sido una sucesora, pues las tintas se hubiesen descargado contra la ministra de defensa.
Incluso se le ha criticado por presentarse a la sucesión, y se olvidan de la la decisión de Aznar de designar a dedo al actual líder de la oposición, en perjuicio de Rato y de Arenas.
Lo que más me sorprende es que se le critique hasta por la forma de hablar, de mover las manos. Sobre todo teniendo en cuenta que su contrincante, jamás habla de frente, ni da la cara. Siempre mira su papel, incluso para decir 'buenos dias'.
¿Qué me estás criticando por dar mi opinión?
José Enrique dijo:
¿Qué me estás criticando por dar mi opinión?
Estaba hablando y opinando de Rubalcaba.
En ningún momento he hablado de tu persona. He comparado un poco a los dos posibles candidatos de los partidos mayoritarios.
No se porqué te sientes aludido.
Un saludo
A buen entendedor pocas palabras bastan:
"Lo que más me sorprende es que se le critique hasta por la forma de hablar, de mover las manos. Sobre todo teniendo en cuenta que su contrincante, jamás habla de frente, ni da la cara. Siempre mira su papel, incluso para decir 'buenos dias'."
Esto es lo que has dicho, ¿a quién le has visto hablar sobre los gestos de Rubalcaba?.
Por cierto, resulta paradógico que ahora que quienes criticaban el dedazo de Aznar hayan hecho algo similar con Rubalcaba.
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