jueves, 5 de mayo de 2011

COMENTARIOS A UN ARTICULO DE UN BLOG

Os reproduzco el comentario que acabo de dejar en el blog de Gonzalo Olmos en su artículo falacias del nuevo conservadurismo, actual Director de la Oficina de Relaciones con la Junta General del Principado de Asturias, dependiente de la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad del Gobierno asturiano y que es una buena persona, y no lo digo porque haya estudiado en el San Ignacio de Oviedo. Espero que, al menos, os haga reflexionar y si ya os gusta, mejor.

Para empezar, me salgo del guión establecido por el sistema y que nadie ha osado discutir aunque sea una falacia. En ciertas ocasiones me recuerda a Matrix. Por eso impugno el significado que se le da a los términos políticos izquierda y derecha, que cualquiera que entre en la web de la RAE verá que no encaja en absoluto con los significados reales y originales. Así izquierda, según la RAE:
10. (Por la posición que ocupaban los componentes en las asambleas de la Revolución francesa). f. En las asambleas parlamentarias, conjunto de los representantes de los partidos no conservadores ni centristas.

11. f. Conjunto de personas que profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras.


Y derecha:
25. (Por la posición que ocupaban los componentes en las asambleas de la Revolución Francesa). f. En las asambleas parlamentarias, los representantes de los partidos conservadores.

26. f. Conjunto de personas que profesan ideas conservadoras.


El que es de verdad de izquierdas es el que profesa ideas reformistas o, en general, no conservadoras. Y, ¿qué significa realmente "conservador"? Según la RAE: 2. adj. Dicho de una persona, de un partido, de un gobierno, etc.: Especialmente favorables a la continuidad en las formas de vida colectiva y adversas a los cambios bruscos o radicales. U. t. c. s.

Expuesto esto, ¿se puede sostener que quien pretenda cambiar el sistema actual pueda ser conservador? En absoluto, porque, ¿cómo se puede ser conservador y a la vez reformista? Suena a esas piruetas dialécticas destinadas a mantener las apariencias, como el caso del Partido Revolucionario Institucional. Por eso el que basa sus discursos o argumentos en contraposición a un concepto mal visto o denostado. En el caso del artículo, el inconsciente del autor ha querido enfatizar la oposición a una determinada idea o propuesta en base a que es "conservadora", lo que es una contradicción in terminis porque no se puede apelar a una reforma y que a su vez sea una idea conservadora. Por ello, el autor, que se considera de izquierdas, ha interiorizado, como lo ocurre a mucha más gente, unos conceptos manipulados, cuyo origen proviene de la elaboración de una propaganda destinada a las capas de la población analfabetas. Recuérdese que a principios del Siglo XX, la tasa de analfabetismo en España era muy elevada. Y por algo temían ciertos partidos, como el PSOE, en la II República española, que las consecuencias de extender el sufragio universal al voto femenino fuera que las mujeres, muy devotas ellas, votasen lo que le dijera el párroco, y por ello votaron en contra del voto femenino, por mucho que ahora se apropien de la figura de Clara Campoamor, que fue diputada por el Partido Radical de Alejandro Lerroux, que presidía el Gobierno que sufrió el intento de golpe de Estado de 1934.

En fin, dejando de un lado los incisos históricos, el motivo principal por el que se sigue etiquetando a la sociedad en izquierdas y derechas, no es otro que tener un caladero de votos fijo, que se base en las vísceras, en el voto de familia. Por eso mismo no interesa emprender ninguna reforma educativa honesta, tendente a que los ciudadanos piensen por si mismos. Quieren seguir en el poder, ocupando moqueta. A fin de cuentas lo han convertido en una profesión. Así que los librepensantes son incómodos para los partidos españoles, son excluidos porque temen en los aparatos a las personas que les puedan hacer sombra.

En fin, cerrando los motivos de mi impugnación, entro a la cuestión de fondo y, como introducción, asumo el concepto aristotélico de que la virtud está en el medio. No se puede abrogar el Estado, ni tampoco el Estado debe ocuparlo todo usurpando los aspectos privados de las personas. El Estado no debe de intervenir en donde no sea necesario. Muchas veces, un Estado demasiado intervencionista ahoga, por no decir mata la iniciativa privada, impidiendo que sus ciudadanos más emprendedores se puedan enriquecer y la vez enriquecer al país al que pertenecen o residen. Tampoco se debe desarticular por completo al Estado porque siempre es necesario instrumentos de control ni de mecanismos que garanticen la igualdad de oportunidad. Recordemos que el Estado no es un fin en si mismo, aunque a veces se confundan los objetivos. Porque cuando se empiezan con las confusiones, se acaban mezclando los intereses particulares del gobernante de turno con los intereses generales, y de ahí que, ante la falta de argumentos, se pretenda patrimonializar la sociedad entera.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Como comentario está bien. Pero como un artículo didáctico fiable, deja mucho que desear.

Se ha intentado poner unos aspectos de la Revolución Francesa, para convencer de una supuesta teoría de los partidos de izquierda.

Pero este ejemplo no se puede traer de muestra ya que en esa época no existía la democracia como la vemos hoy.
La mujer no tenía derecho a votar.
Los hombres que no tenían un mínimo de bienes, tampoco.

Por otra parte, no se puede comparar al PSOE de la II República con el actual, ya que éste que está desligado del Marxismo, desde que Felipe Gonzalez salió elegido secretario general.

" ...el autor, que se considera de izquierdas, ha interiorizado, como lo ocurre a mucha más gente, unos conceptos manipulados, cuyo origen proviene de la elaboración de una propaganda destinada a las capas de la población analfabetas"

Pretender comparar a los de izquierdas como analfabetos, es un insulto a media España.

Conclusión, este artículo queda bien como ensalada, pero no como tesis de estudio instructiva, ya que se ve con toda claridad una interesada manipulación.

Saludos

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Tu comentario incurre en una falsedad por la que me pretendes atribuir algún tipo de menosprecio a un sector importante de la población. Pero este intento, a parte de manipular el sentido de mis palabras, es insultarme a mi y a los ciudadanos a los que consideras que he menospreciado. En cuanto a estos últimos, un intento burdo de manipular mis palabras, ni su sentido, no cuela porque, como son lo suficientemente inteligentes como para leer lo que he escrito entero no caeran en tu trampa. En cuanto a mí, ¿piensas que soy realmente estúpido, sabiendo que soy autónomo, como para perjudicar mis intereses? No se le ocurre ni al que asó la manteca perder posibles clientes de manera gratuita.

Lo que si te digo que es bien sabes que me refería al origen no a la actualidad, por eso dije textualmente, "...cuyo origen proviene de la elaboración de una propaganda destinada a las capas de la población analfabetas. Recuérdese que a principios del Siglo XX, la tasa de analfabetismo en España era muy elevada." Me estoy refiriendo claramente a los inicios no a la actualidad, por algo hablo de la II República y el miedo que había a que la mujer tuviera derecho al voto.

Estas reflexiones, que no pretenden ser didácticas, sino más bien algo que anime a pensar al que lo lea y a cuestionarse las "verdades" que nos pretenden colar, que son más bien convencionalismo que nadie se ha cuestionado y del que los políticos se benefician o, mejor dicho, pretenden beneficiarse para seguir amarrados en el poder. Tal vez a ti no te guste porque tu alma sea más bien tirando a conservadora y por eso rechazas todo lo que cuestione lo que está vigente o asumido.

Anónimo dijo...

Lo primero que se te ocurre es la presunción de culpabilidad:
"Tu comentario incurre en una falsedad..."

Ciñete al tema y no busques tres patas al gato, ni manipulaciones, ni insultos, ni trampoas, ni estúpidos, ni mantecas.

Si ves que hay disparidad de opiniones pues se debate, y punto.

Y por último ¿A qué viene decir la tontería del color de mi alma?

"...tu alma sea más bien tirando a conservadora..."

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

Debes tomar por tonto al personal. Pretendes sostener que yo presumo tu culpabilidad con una frase que, en si, no se infiere eso, porque decir que "tu comentario incurre en una falsedad" no significa que te acuse de falsear intencionadamente. Se puede decir algo que es falso pero creer que es cierto. Veracidad no es lo mismo que verdadero. Aunque bien es cierto que si creo en tu mala fe, pero por lo fundamento en tu intención de manipular mis palabras, de querer acusarme de insultar a una parte importante de la población actual. Por algo será que no has defendido tu tesis ni tampoco te has disculpado.

Me dices que me ciña al tema, algo que he hecho y que tu bien sabes, pero no te da la gana de reconocerlo. En fin, menos mal que la gente es más inteligente de lo que tú te crees.

Anónimo dijo...

Veamos, en tu primera respuesta decías: "¿piensas que soy realmente estúpido..."

Y en tu segunda respuesta continúas con:
"Debes tomar por tonto al personal"

Esto da a entender que recibes este tipo de halagos habitualmente, o con frecuencia, y a la más mínima saltas a la defensiva, cuando no hay 'tanta mala fe' como dices creer.

Y finalizas otorgándote la sabiduría de mis pensamientos:

"...la gente es más inteligente de lo que tú te crees."

Sólo por haber respondido a tu blog sobre el comentario de Gonzalo Olmos.

Ya te he explicado en mi primera respuesta que los datos expuestos sobre de los orígenes de la democracia no son extrapolables a la política actual, y lo he expuesto en un lenguaje llano, limpio, y carente de doble intencionalidad.

Sin embargo, los lectores de este blog, habrán podido observar en tus palabras, indicios de resentimiento, y una actitud algo irascible hacia una persona que pretendía debatir el referido tema expuesto.

Verdaderamente, los ciudadanos son bastante más inteligentes, de lo que algunos abogados piensan.
Y Yo de ellos no confiaría en un abogado que nada mas verte te aplica la "presunción de culpabilidad".

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

A lo mejor soy un mal pensado, pero entre que nos conocemos desde hace tiempo y que te has atrevido a afirmar que yo he acusado de analfabeta a la gente de ahora, pues qué quieres que diga.

Lo que si te digo es que tu afirmas: "Y finalizas otorgándote la sabiduría de mis pensamientos:"pero seguidamente tu no cortas diciendo que: "habrán podido observar en tus palabras, indicios de resentimiento, y una actitud algo irascible hacia una persona que pretendía debatir el referido tema expuesto.", con lo que te eriges como ínterprete de mis palabras. Pero te recuerdo que si tu querías debatir desde el respeto, te sobraba esto: "Pretender comparar a los de izquierdas como analfabetos, es un insulto a media España." Porque yo no he dicho, y tú bien lo sabes, nada parecido. Sólo he explicado de donde viene su origen.

Por último, ya sé que no es extrapolable una época y otra, pero no sé de dónde te sacas que pretendo comparar. Lo que he dicho, y he repetido, es que su origen se remonta a cierta época y y que a lo largo de los años se ha asumido. Nada más. No le busques tres pies al gato ni interpretaciones maliciosa.

camisetas dijo...

Muy útil, gracias y enhorabuena por la página