sábado, 20 de junio de 2020

DIARIO DE UN ABOGADO EN AISLAMIENTO: ULTIMO DIA DEL ESTADO DE ALARMA

ULTIMO DIA DEL ESTADO DE ALARMA: 71 DEL DIARIO

Después de 98 días el Estado de Alarma se acaba, al menos por ahora. A saber qué pasa a partir de septiembre, pero viendo lo inconsciente que es la gente cualquier cosa puede pasar. Por ejemplo, el martes estuve por Oviedo y, a parte de haber mucha gente por la calle, había de todo: gente sin mascarilla, con ella en la mano, de cubrepapada, tapando la boca pero no la nariz... Y yo como un tonto llevándola puesta y eso que me incomoda bastante. 

Por otro lado, ¿os acordáis de la gente protestando amargamente contra el Gobierno por su gestión? Como la gente ya puede salir a los bares, estar en la barra tomándose una cervecita o un vinito, ver el fútbol con los colegas y todo lo demás, para qué quejarse. Si al final se quejaban no porque creyesen que lo estaba haciendo mal sino porque no podían ir al bar a tomar algo o ver el fútbol. Y como la gente, no todos por suerte, hace lo que le da la gana y no respeta las recomendaciones ni tampoco las normas nos acabarán confinando otra vez y es cuando se volverán a quejarse y las culpas a Pedro.

Dicho sea de paso, estas palabras no sirven para eximir a nuestro Gobierno de su responsabilidad. Que haya ciudadanos irresponsables no implica que toda la culpa sea de ellos. Como ya dije hace tiempo se debería haber confinado a la gente antes. De hecho, decía en Twitter que se empezarían a tomar medidas después del 8M o incluso decía irónicamente que el Covid19 iba a dar tregua para el 8M. Para muestra estas capturas de pantalla de mi cuenta de Twitter en el que se pueden ver las fechas:



El 7 de marzo ya ironizaba con que el Covid19 iba a dar una tregua a los manifestantes.


 

Y esta última del 8 de marzo. Para que luego me llamen capitán a posterior.


También dije en la semana del 9 de la necesidad del Estado de Alarma. Al final, la realidad fue tozuda y el sábado 14 de marzo fue cuando se decretó. Pero es más, como bien sabéis yo intuía a principios de abril que iban a obligar a llevar mascarillas, motivo por el que me pasé a las lentillas.

No es que yo sea un fenómeno, que tal vez si lo sea a la vista de mis aciertos o me compare con los propios políticos y sus asesores políticos, pero si creo que tengo bastante sentido común. Sentido común que no tienen nuestros dirigentes. Por cierto, he de decir que mi único fallo fue pensar que el Estado de Alarma no iba a durar tanto. Tal vez fueron mis ganas de escaparme en Semana Santa impidieron ver las cosas con más objetividad, por ser optimista para atenuar las secuelas del confinamiento o por ambas cosas a la vez. Y si me preguntan qué debería hacer el Gobierno, y lo digo ahora, en el futuro, pues modificar la Ley Orgánica 3/1986, de 14 de abril, de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, para regular un buen sistema que permita confinar a la población sin tener que acudir al Estado de Alarma, en el que el único que deba controlar la legalidad de la medida sea el Poder Judicial, en lugar de estar con cambios de cromos en las Cortes Generales; mejorar el sistema de suministro de material médico; hacer pruebas de PCR y test rápidos a más gente, y al que dé positivo, confinarlo. Y, ya por último, reformar el régimen sancionador para que las sanciones que se pudieran imponer tengan base legal y no retorcer la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana para sancionar a los que no cumplen las normas.

Iba a hablar de la estupidez de la gente con el tema del racismo, en concreto lo de censurar películas, pero creo que ya lo he tratado en mis redes sociales. Así que voy a contar cómo ha ido desde la última entrada. Pues, en primer lugar, he de contaros que en la guardia me he comido un mojón. Una semana entera de guardia y solo me han avisado una sola vez. El día que publiqué mi última entrada me llamaron los del puesto de la Guardia Civil de Cangas de Onís para asistir a un chaval que le dio por cambiar la pegatina de la ITV de un coche al suyo por el hecho de que como no le daban cita para la inspección por el Estado de Alarma, y como necesitaba el coche para trabajar, tuvo esa ocurrencia con el fin de que no le tocasen las narices por tener la ITV caducada. En total, esa semana de guardia me ha supuesto un rédito económico de 90 €. Exactamente 93 € brutos. A 13 € diarios. ¡No sé qué hacer con tanta pasta! Aunque si lo comparo con los poco más de 8 € que un Letrado de la Administración de Justicia le tasó las costas de ejecución a Fredo pues ni tan mal. A ver si prospera su impugnación de la tasación de costas.

Por otro lado, este martes tuve mi primera vista desde que se acordó suspender todos los procedimientos. Mi segunda vista sin toga, en este caso el apoyo a la dispensa fue el art. 22 del Real Decreto Ley 16/2020. Su Señoría nos dispensó de llevar la mascarilla en estrados teniendo en cuenta que se cumplía la distancia de seguridad y que el Fiscal, como viene siendo habitual desde hace muchos meses, intervenía a través de videoconferencia. De la vista salí muy contento porque llegamos a un acuerdo inmejorable para mi cliente en una modificación de medidas de familia. Mi cliente ya está exento de pagar legalmente los alimentos ni gastos extraordinarios por la hija menor de edad en base a que él se tiene que hacer cargo del mayor de edad. Además en cinco años la vivienda familiar se podrá vender. Son de estos casos que me hacen amar esta profesión. Cuando planteas una estrategia y te sale mucho mejor de lo planeado.

Dicho esto, cierro el diario del confinamiento. Aunque no descarto escribir sobre la fase post Estado de Alarma o iniciar otro diario en el caso de que nos vuelvan a confinar. Hasta la próxima.

jueves, 11 de junio de 2020

DIARIO DE UN ABOGADO EN AISLAMIENTO: DIA 89

DIA 70 DEL DIARIO: 89 DEL CONFINAMIENTO Y 4 DE LA FASE III

El martes cumplí 39 años como muchos ya sabéis porque me habéis felicitado tanto por Facebook, Messenger, Whatsapp e incluso por duplicado, triplicado o cuadriplicado. Así que, aunque creo que os contesté a todos individualmente, os reitero mi agradecimiento a todos y cada uno de vosotros por haberos gastado un tiempo hermoso en mandarme vuestras felicitaciones. Algunos me deseasteis que pasara un buen día en mi día, pero, desde que estoy viviendo en Asturias resulta difícil. Tal vez tenga que volver a la tierra que me vio nacer hace 39 años, ya que allí ese día es festivo. De hecho, mi hermano Julio, en tono jocoso, me dijo el martes: "Aquí son tan esplendidos que han decidido hacer festivo en tu honor". Pues a mí esta semana, tal y como ya os avisé me ha tocado estar de guardia de asistencia al detenido en los partidos judiciales de Cangas de Onís y Piloña. 



También, en ese cúmulo de coincidencias que a veces ocurre, me tocó pasar la ITV justamente en mi cumpleaños. Para lo cual pedí un favor a un compañero para que me cubriera por si se diese la casualidad de tener un aviso y que me impidiera ir a la estación del Oriente aunque esté en mi demarcación territorial. La cosa es que todo parecía ir bien. Llego a la estación con tiempo suficiente. Salgo del coche, antes de entrar en las oficinas para pagar la inspección, me encuentro con un empleado con mascarilla y con un termómetro digital, me pregunta que si tengo cita y luego me mide la temperatura. Entro y espero un rato a que la empleada cuelgue una llamada. Por lo que se ve era un señor que no estaba muy enterado de cómo iba eso de la moratoria aprobada por el Gobierno para los vehículos que no pudieron pasar la inspección por el Estado de Alarma. Al final, me atiende, le entrego la documentación y luego pago los casi 40 € de la inspección. Me acuerdo que mi primera vez en una ITV fueron 25 €, cuando llevé mi primer coche. Ese Opel Corsa blanco, con matrícula MU-1139-BV, que para una empleada de la empresa de cobros del Ayuntamiento de Oviedo, en 2005, debía ser una moto por tener algo más de 7 caballos fiscales.

Que me disperso. Pues bien, una vez finalizada la primera fase. Salgo de las oficinas, me subo en el coche y me pongo en la puerta número 1. Hasta que una empleada de la estación abre y empezamos la inspección. Todo normal, con la salvedad de que yo tenía que comprobar si los cinturones funcionaban correctamente. Pero la cosa, cuando parecía que iba a acabar bien, llegó la sorpresa en la última prueba. La de los gases. No sé sabe qué pasó pero hubo tres testigos del salpicadero que no se apagaron cuando arranqué el motor siguiendo las instrucciones de la empleada. El más importante que no se apagó el de anomalía de emisiones. Ese que parece dibujado como un motor. Por mucho que se apagaba y encendía, seguía persistiendo el problema. La empleada me dijo da una vuelta y a ver si se te apaga. Que si no se apaga no se puede hacer la prueba. Y al final nada. Desfavorable y para el taller. Y, en el taller, no encontraron ningún problema. Lo que hicieron fue resetear el cuadro de testigos del salpicadero. Pero ante tal eventualidad tuve que llamar otra vez al compañero para ver si me podía cubrir hasta que pudiera tener el coche operativo. Al final, ayer por la tarde la pasé sin problemas. Tengo otros dos años sin tener que pasarla. Conclusión, la ley de Murphy es muy puñetera.



Por cierto, ayer la DGT estuvo haciendo sus pruebas y mandando correos electrónicos a la gente avisando de que había una notificación. Bueno, el susto que me llevé ayer a las 0:15 de la noche fue tremendo. Tuve que encender el ordenador y acceder para saber qué era. No podía esperar a hoy porque, tal y como soy, no sería capaz de dormir pensando que podía ser una multa, cuándo sería y por qué sería. Cuando entré en la página web vi que podía ser una prueba, aún así entré en la notificación y al final no era nada. De hecho, hoy mandaron un email diciendo que era un error.




En fin, dicho esto, cierro entrada. Hasta la próxima. Por cierto, justo cuando estaba acabando la entrada me llega un aviso del PK. A ir a Cangas de Onís ahora.

domingo, 7 de junio de 2020

DIARIO DE UN ABOGADO EN AISLAMIENTO: DIA 85

DIA 69 DEL DIARIO: 85 DEL CONFINAMIENTO Y 14 Y ULTIMO DE LA FASE II

Día 85 del Estado de Alarma, quedan los últimos días de vigencia. En Asturias, mañana, pasamos a la Fase III, pero como la nuestra es uniprovincial seguimos sin poder salir de aquí, salvo que Barbón, el Presidente del Principado, solicite que se alce en esta región, cosa que parece que no va a ocurrir, ya que ha dejado bastante claro que va a agotar hasta el último día el Estado de Alarma. Ahora, él es el que manda como autoridad delegada. Espero que tenga más tino que el Ministro de Sanidad. Además, el próximo martes el Gobierno aprobará un Real Decreto Ley de nueva normalidad, cuyo borrador no he encontrado y tengo ganas de hacerme con él porque me da la sensación de que se va a exceder en los límites del artículo 86 de la Constitución, al menos en el ámbito material. Sinceramente Sánchez desconoce por completo lo que es procedimiento legislativo de urgencia, por qué no me dirán que en tres meses no se podría aprobar cualquier ley en las Cortes Generales, empezando por el trámite de lectura única en el Congreso y remitirlo al Senado por el trámite de urgencia (art. 150 del Reglamento del Congreso y artículo 133 del Reglamento del Senado). Desde luego es más cómodo aprobar decretos leyes y que luego el Congreso lo convalide.

En fin, a otra cosa mariposa. Como bien podréis intuir estamos volviendo a la nueva normalidad judicial. Ya me han señalado vistas para el 16 y 29 de junio, el 9 y 21 de julio. Por cierto, mañana a las 8 de la mañana empiezo mi guardia de asistencia al detenido en los partidos judiciales de Cangas de Onís y Piloña. También el 9, mi cumpleaños, a las 13:30 tengo la ITV. Gracias a un amable compañero de Cangas, que me va a sustituir ese día, ya que el don de la ubicuidad no lo tengo, por ahora. A ver qué me depara esta semana que tengo que estar 7 días disponible las 24 horas del día a cero euros por disponibilidad y solo cobrar por asistencia efectiva. ¿Habéis visto a la gente solidarizarse con nosotros por cobrar una mierda pinchada en un palo? Yo tampoco. Luego eso sí, si no secundas sus protestas se enfadan y te llaman facha.

En esta semana que finaliza hoy, se puede decir que en lo profesional ha sido productivo porque ha empezado a haber movimiento. El primer día, el lunes, con una consulta que ha derivado en un procedimiento de separación de mutuo acuerdo con un convenio regulador complejo. Luego me han entrado otros asuntos. La cosa es que la consulta del lunes tenía intención de hacerla por videoconferencia pero al final tuve que desplazarme a mi despacho de Oviedo. Tendré que pensar en volver a atender allí con la periodicidad habitual. Para eso he comprado un termómetro infrarrojo digital. Hay que estar previstos para esta nueva normalidad, como así gusta llamar el Gobierno a la fase post Estado de Alarma, en donde mantendrán la obligación de seguir llevando mascarillas. Por cierto, la gente sigue sin enterarse que es obligatoria. Pero eso ya es función de los agentes de la autoridad.

Me acabo de acordar que un día cuando estaba en la terraza del Hotel Piloñés vi a un señor, de cierta edad, hacer aguas menores en la pared que está en frente de Óptica Lavandera a eso de las 12 de la mañana. Creo que fue la semana pasada y debería haberlo contado la semana pasada pero se me pasó por completo. Cuando decía mi madre que nunca te acostarás sin saber una cosa más, pues es cierto ya que nunca antes había visto a un señor de más de 70 años, por no decir 80, haciendo sus necesidades en plena calle y a la vista de todos. Eso es típico de jóvenes por la noche y después de haber bebido unos cuantos cacharros y no puedes esperar a entrar en el lavabo del garito. También está la opción de tener esa necesidad cuando estás en una ruta por el monte, por ejemplo. Pero vamos nunca me imaginé ver a un señor haciendo eso.

Por último, le doy las gracias a Carol Rafer por haberme atendido de manera fantástica el viernes que, primero le hice la compra por whatsapp y luego fui a su tienda a elegir camisas. Iba necesitando de manera urgente renovar vestuario. Por cierto, hay que apoyar el negocio local. En estos momentos difíciles donde hay que dejar dinero, en la medida de lo posible, es en el negocio que tienes cerca de tu casa. Bien es cierto que soy usuario de Amazon pero no es menos cierto que allí adquiero productos que no encuentro en Infiesto.


Por último, le doy gracias a Eva por regalarme por mi cumpleaños este libro:



Te prometo que alguna receta usaré de allí. La indirecta también la he pillado. Gracias de nuevo.

Podría hablar de otras cosas pero paso. Si me apetece otro día lo cuento. Hasta la próxima, si es que hay una próxima vez. Saludos y ser buenos.