martes, 7 de abril de 2020

DIARIO DE UN ABOGADO EN AISLAMIENTO: DIA 24

DIA 22 DEL DIARIO: 24 DEL CONFINAMIENTO

El día de hoy empezó como de costumbre, a las 8:00 cuando sonó el despertador, me puse a escuchar a Carlos Alsina, desayunar y todo lo habitual, aunque con la salvedad que, mientras desayunaba me llamó mi madre para preguntarme cómo es eso de los asintomáticos y cómo piensan obligar a confinar a la gente contra su voluntad fuera de sus casas. Le respondí como buenamente podía teniendo en cuenta que mi información es muy limitada. Además de esto, me hizo una serie de encargos. Por cierto, nunca pensé que iba a tener lentillas, pero ante la posibilidad de que obliguen a llevar mascarillas en la calle, y que las gafas se empañan cuando me la pongo, lo que me obliga a quitarme las lentes, no me queda otra muy a mi pesar. El motivo de este pesar es que siempre fui reacio a las lentillas porque siempre tuve dentera a lo que es tocar los ojos. A mi la famosa escena de Luis Buñuel del ojo no la puedo ver. Me resulta muy desagradable. A ver cómo me adapto a la nueva situación. Supongo que como todo, me acabaré acostumbrando no al hecho de llevar lentillas sino el de ponerlas y quitarlas, que es, para mí, el momento crucial. Queridos lectores ya os contaré como me va.

Por cierto, hoy en Infiesto hace un espléndido día. ¡Lástima que tengamos que estar confinados! Pero hay que aceptarlo de buena gana. Voy, en este momento, a hacer un inciso, y no tiene nada que ver con la cinta del cineasta español, o sí. Bueno cada uno juzgue como estime oportuno. La cosa es que acaba de suceder por Whatsapp, me dice un compañero con respecto al enlace que le mandé:

- Le echaré un ojo.

Yo le respondo:

- No hace falta que te quedes tuerto.

Me replica diciendo: 

- Tengo cuatro

Y yo concluyo de la siguiente manera:

Pero si sigues tirando de ellos te vas a quedar sin na.

Resulta curioso como es el azar, o la casualidad, que mientras yo escribo sobre la dentera que tengo a todo lo relacionado con tocar los ojos, alguien, a la vez me comente que le va a echar un ojo a algo. Tal vez veo cosas donde no las hay. En fin, cosas del confinamiento.

Cierro un paréntesis que no he abierto, ya que fue un inciso, y después de trabajar algo decidí salir sobre las 11:30, primero para pasear a Uli y luego para hacer los recados de mi madre. Primer lugar en donde paré fue en Ensupunto, en donde tuve que hacer cola para comprar patatas, fresas y naranjas. No pude adquirir ni el calabacín que me pedía mi madre ni pan de molde. Siguiente parada, la Plaza de Día, otra cola, y tampoco pude comprar todo lo que estaba en la lista porque la gente sigue arrasando con todo. Eso sí, mientras estaba haciendo la cola para entrar, un vecino me comentó que habían venido gente de vacaciones. Bueno, yo no sé que entiende la gente por confinamiento, quedarse en casa. ¿Acaso piensan que yo estoy confinado en mi casa por qué me gusta? ¿Qué piensan que no me apetecía bajar a Cartagena donde vive mi padre y tengo casa?

Para acabar, hay que hablar de nuestros personajes Sims. He de mencionar que los personajes reales son abogados como el que escribe, pero los Sims tienen oficios diferentes. Fredo trabaja para una empresa de espectáculos, así que tiene que perfeccionar sus capacidades como humorista y como músico; Anuca es autónoma pero que trabaja como informática, aunque sin mucho éxito por ahora; y Manuel trabaja como aprendiz de escritor. Ayer éste último volvió del trabajo enfadado. No sé qué le pasa pero últimamente se enfada mucho. Y ya, por último, Fredo le propuso matrimonio a su novia. Ella dijo sí y están organizando la boda. No tenemos fecha aún del enlace, y tal vez no se acabe celebrando. Mis queridos lectores, ¿se acabarán casando? ¿Manuel lo consentirá? En fin, mañana os contaré más cosas sobre nuestros personajes.



Y hasta aquí por hoy. Mañana más. Ser buenos.

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1 comentario:

Maricruz la perra dijo...

Quitarse las lentillas es la muerte. Arggggg