jueves, 19 de marzo de 2020

DIARIO DE UN ABOGADO EN AISLAMIENTO: DIA 5

DIA 3 DEL DIARIO: 5º DEL CONFINAMIENTO

Queridos lectores, como ya supongo sabéis, los haters de mi cocina no se han reprimido. Era obvio que algo iban a decir. Son muy encantadores que te ponen a parir sin haber catado ninguno de mis platos. Con estos amigos, ¿quién necesita enemigos? Y cierto es que uno de esta dupla me ha confesado que es debido a que tiene fiebre. Una fiebre que le dura prácticamente desde que la conozco. Por cierto, podéis comprar su libro Memorias de un ángora turco a través de Amazon, libro que prologué a petición de la autora. También me ha dicho que comente que me ha compuesto un canción pero me abstengo de hacer valoración alguna al respecto. Pero si voy a comentar que de nuestra discusión de ayer, le alegramos el día a uno de esos héroes que trabajan en Urgencias ayudan. Ya con eso me doy por satisfecho.


Pero vamos a empezar por el día de hoy, el día de mi santo, que, como no, lo empecé con un buenos días, que, como ya dije ayer, se agradece mucho empezar de esa manera. Y, de paso, también con mi primera felicitación del día, aunque, en puridad, la primera la recibí a las 3 de la mañana. Tampoco ha faltado la familia empezando por mi madre. He de decir que uno de mis hermanos propiamente no me felicitó el santo, más bien el arresto. Cito textualmente: "feliz arresto". A lo que le contesto que igualmente y continúo diciendo "al menos tengo perro y puedo salir algo". La réplica fue: "cabrón". No digo más porque las cosas de familia deben quedar en familia, ristra de zascas incluidos. Por cierto, haters de mi comida seguro que estáis pensando que los zascas los he recibido yo, pero huelga decir que muy equivocados estáis.

Como variante de los días anteriores fui a hacer recados para mi madre, aunque, como consecuencia de la moda de comprar sin criterio de la gente, algunas de las cosas no pude llevárselas. A ver si otro día puedo completar la lista de la compra. Otra opción es que voy a tener que quedar apostado a primera hora, armado hasta los dientes, para hacer la compra. Por cierto, hoy he perdido el miband3 y no sé donde ha podido caer. Si hay algún buen ciudadano que lo encuentre que me avise.

¡Ah! Que no se me olvide. Uli parece que se está acostumbrando a que esté corriendo por el pasillo. Directamente ya va a comer su pienso y espera a que yo acabe de hacer ejercicio. También quiero dejar constancia que no atino con el butanero. He estado esperando hasta la 13:15 y no ha aparecido. Esto empieza a ser preocupante porque cuanto más tiempo paso en casa más difícil tengo que me suministren bombonas de gas. A ver si mañana llega la cosecha.

Y ya acabo porque la hater de mi comida me está achuchando. Hasta mañana.


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