Desde el partido de Francisco Álvarez-Cascos, FAC, se está soltando el bulo del Pacto de la Zoreda o el Pacto del Duerno por el que el PP de Asturias, focalizado en su presidente de facto, Gabino de Lorenzo, el Alcalde de Oviedo, habría pactado con el PSOE para repartirse el poder en Asturias. Ese reparto consistiría en que el popular mantenga la Alcaldía y los socialistas asturianos el poder en Asturias. ¿Cómo se lograría? Pues fácilmente, los socialistas se abstienen de presentar candidato en el consistorio y obviamente no votan a nadie. En Asturias, la jugada sería que Javier Fernández presentase su candidatura a la Presidencia del Principado, recibiese los apoyos de los diputados de IU sumando en total 19 diputados, y con la abstención de los populares, sería investido el candidato socialista. ¿Para qué este pacto? Pues para taparse las vergüenzas mutuamente, uno con el caso Villa Magdalena y el convenio con COMANSA y los otros con la Operación Marea.
Esta teoría está bien para una novela o una película de ficción política, pero si se piensa detenidamente en todos los factores, no se sostiene por ninguna parte, aunque a día de hoy está sirviendo para desgastar aún más a una dirección regional popular, que se niega a asumir su responsabilidad por el fracaso electoral y que ha obsequiado a los asturianos con dos ejemplos de que la teoría de los pactos no es tan descabellada, a saber: la negativa a apoyar las listas de Foro en donde han sido la fuerza de centro derecha más votada en los Ayuntamientos, aunque claramente desobedecida por parte de los ediles populares, salvo en Siero; y recibir el apoyo del PSOE para que Fernando Goñi, el que no tiene la carrera acabada, saliese elegido Presidente de la Junta General y dando los votos para que ocupen los socialistas la Vicepresidencia Primera y la Secretaría Primera.
Pero como decía esa teoría inventada y lanzada por parte de Foro no tiene otra finalidad que acabar de destrozar al PP asturiano y así ocupar su espacio electoral. A los que seguro no les interesa para nada el pacto es a los populares y socialistas, porque supondría darle la razón a los casquistas, lo que verían claramente los ciudadanos, recompensándoselo en los próximos comicios, sobre todo a los populares, sufriendo un mayor. No digamos ya en qué situación quedarían en 2015. Y más teniendo en cuenta que hay muchas personas que viven del presupuesto destinado al Grupo Parlamentario Popular, y la idea de desaparecer o de convertirse en fuerza meramente testimonial no les hará mucha gracia.
No obstante, aun partiendo de la hipótesis de que los dirigentes populares fueran unos suicidas, al que seguro no convencerían es a la FSA-PSOE. En absoluto, siendo ellos los que optaron por la táctica pasiva en la escisión producida en el seno del PP en el año 1998, que llevó al Presidente del Principado, Sergio Marqués, al Grupo Mixto, dejando que se cocieran en su propia salsa, ¿Qué mejor oportunidad para ellos para sacar tajada que esperar a que las fuerzas de centro derecha se despedacen entre ellos y salir victoriosos como mal menor en 2015? Lo ideal para ellos es que Cascos gobierne en minoría, echándole las culpas de entorpecer su gestión a los populares, y éstos acusando al Ejecutivo regional de ser sectarios y de ser incompetentes. Se tienen que atacar mutuamente porque unos pretenden no ser engullidos y los otros por ser la única fuerza de centro derecha y esta lucha, según se está viendo, será sin cuartel. En cambio, si cometieran el error de presentar candidatura se producirían uno de los dos escenarios:
Esta teoría está bien para una novela o una película de ficción política, pero si se piensa detenidamente en todos los factores, no se sostiene por ninguna parte, aunque a día de hoy está sirviendo para desgastar aún más a una dirección regional popular, que se niega a asumir su responsabilidad por el fracaso electoral y que ha obsequiado a los asturianos con dos ejemplos de que la teoría de los pactos no es tan descabellada, a saber: la negativa a apoyar las listas de Foro en donde han sido la fuerza de centro derecha más votada en los Ayuntamientos, aunque claramente desobedecida por parte de los ediles populares, salvo en Siero; y recibir el apoyo del PSOE para que Fernando Goñi, el que no tiene la carrera acabada, saliese elegido Presidente de la Junta General y dando los votos para que ocupen los socialistas la Vicepresidencia Primera y la Secretaría Primera.
Pero como decía esa teoría inventada y lanzada por parte de Foro no tiene otra finalidad que acabar de destrozar al PP asturiano y así ocupar su espacio electoral. A los que seguro no les interesa para nada el pacto es a los populares y socialistas, porque supondría darle la razón a los casquistas, lo que verían claramente los ciudadanos, recompensándoselo en los próximos comicios, sobre todo a los populares, sufriendo un mayor. No digamos ya en qué situación quedarían en 2015. Y más teniendo en cuenta que hay muchas personas que viven del presupuesto destinado al Grupo Parlamentario Popular, y la idea de desaparecer o de convertirse en fuerza meramente testimonial no les hará mucha gracia.
No obstante, aun partiendo de la hipótesis de que los dirigentes populares fueran unos suicidas, al que seguro no convencerían es a la FSA-PSOE. En absoluto, siendo ellos los que optaron por la táctica pasiva en la escisión producida en el seno del PP en el año 1998, que llevó al Presidente del Principado, Sergio Marqués, al Grupo Mixto, dejando que se cocieran en su propia salsa, ¿Qué mejor oportunidad para ellos para sacar tajada que esperar a que las fuerzas de centro derecha se despedacen entre ellos y salir victoriosos como mal menor en 2015? Lo ideal para ellos es que Cascos gobierne en minoría, echándole las culpas de entorpecer su gestión a los populares, y éstos acusando al Ejecutivo regional de ser sectarios y de ser incompetentes. Se tienen que atacar mutuamente porque unos pretenden no ser engullidos y los otros por ser la única fuerza de centro derecha y esta lucha, según se está viendo, será sin cuartel. En cambio, si cometieran el error de presentar candidatura se producirían uno de los dos escenarios:
- forzarían a un pacto de Gobierno entre Foro y PP, lo que, con una gestión mínimamente decente, reforzarían, sobre todo, a Cascos de cara a las siguientes elecciones.
- las cuitas personales impedirían un pacto de Gobierno, el PP se abstendría y con el apoyo de IU gobernarían en franca minoría sin poder aprobar unos presupuestos durante toda la legislatura, sufriendo un tremendo desgaste, que llevaría a FAC a tener en 2015 mayoría absoluta, creciendo a costa del PP, al que se le culparía de que Cascos no pudiera gobernar. Sin olvidar que en las generales pescarían un buen saco de votos.