Ante tanto despropósito de nuestros políticos, con algunas honrosas excepciones, en la que nos vemos diariamente involucrados en polémicas absurdas que hastían a cualquier émulo del Santo Job, en la que vemos a un Gobierno irresponsable echando siempre balones fuera, con Ministros tan insignes como Maleni o Bermejo; con una oposición que está más entretenido en sus cuitas internas que en ejercer una aceptable oposición, teniendo como última entrega el bochornoso espectáculo de la trama de espionajes que enfrenta a Esperanza Aguirre con Gallardón; con una clase política que tiene tal prepotencia y desprecio al contribuyente que no se corta un pelo a la hora de asumir nuevos gastos suntuarios. En definitiva, y para no alargarlo más con ejemplos, con una clase política, y siendo muy generosos (que cada cual le ponga el epíteto que crea conveniente) son una casta profesionalizada que busca sólo el beneficio personal. Por eso, por lo que cualquier ciudadano de a pie conoce, he decidido elevar mi protestar por lo que tenemos que soportar cada día, y propulsar, con mayor o menos acierto, el MANIFIESTO que a continuación expondré, pero que antes voy a hacer una declaración de principios.
Como ya me expresé en el primer artículo del año (
Como católico, unas reflexiones), he tomado la decisión de ser, en la medida de mis posibilidades, coherente con mis principios, sobre todos los de mi fe cristiana, entre los cuales está el defender la causa de la verdad cueste lo que cueste, dándome igual si ello supone algún rechazo o perjuicio. ¡De qué sirve vivir cómodo si tu conciencia no está tranquila! ¡De qué te sirve atesorar fortunas si te cierras las puertas del Cielo!
También pido a la gente que lea el MANIFIESTO que, si está de acuerdo con él, o, al menos, con su espíritu, que me ayude a extenderlo por la Red de redes, aprovechando su blog, bitácora o página web, porque creo que, con ello, podremos generar, gota a gota, una gran océano cibernético en donde quede constancia del malestar general de los españoles, independientemente de sus creencias o ideologías, da igual su condición de izquierdista, derechista, centralista o autonomista, creyente o ateo... Da igual, las dos únicas condiciones indispensables es querer a tu país, a tu gente, a tu familia y tener ganas de querer cambiar las cosas para mejor. Porque querer es poder. Y si fracasamos en el intento, que puede ocurrir, al menos podremos dormir con la conciencia tranquila, que eso si es importante.
Por último, si hay algún mal pensado que crea que esto lo hago por beneficio propio, decir que se equivoca, por la sencilla razón de que lo único que me importa es que el mensaje sea el que triunfe, no yo. Es más, no pido a la gente que esté de acuerdo conmigo que me mencione, si lo hace allá él, sino que traslade el mensaje aunque diga que es anónimo.
Por todo ello, pronuncio el siguiente,
MANIFIESTO POR UNA CLASE POLITICA MEJOR
Con el ánimo de provocar una regeneración de nuestra clase política, que está apoltronada en el poder, y que. con ánimo de perpetuarse in
illo
tempore, nos engañan, mienten y nos toman por tontos;
Con el reconocimiento de que el problema es culpa nuestra porque nosotros los españoles, o la inmensa mayoría, les hemos votado y confirmado de manera reiterada, hagan lo que hagan, ya sea porque pensamos que no hay otra alternativa, que votamos contra alguien o lo hacemos por tradición, permitiendo que ellos se crean acertadamente que se les ratifica en sus políticas;
Analizando que las altas participaciones en que la mayor parte del voto va a los mismos partidos, ratificándoles en su manera de hacer política;
Creyendo como alternativa en el poder del voto en blanco en caso de que no nos guste lo que nos ofrecen, y que sirve como esperanza a que si aumenta considerablemente el número de críticos con toda la clase política, se verán obligados a cambiar de actitud porque, cuanto más voto crítico, más riesgo de acabar perdiendo el poder si aparece una alternativa que arrastre a los descontentos;
Con el conocimiento de que no podemos contar con ningún medio de comunicación, puesto que todos son terminales del poder o de intereses particulares, y que sólo nos informan de lo que quieren y como quieren, faltando a la verdad en numerosas ocasiones, por no decir que nos mienten;
Con el ánimo de que cambien las cosas, en la medida de nuestras posibilidades, adoptamos la siguiente determinación:
1.- Independientemente de nuestra ideología o creencias, adoptaremos una actitud más responsable en la participación de los asuntos públicos. No abandonaremos nuestro deber cívico para con nuestro país, porque si así lo hacemos, seremos responsables por omisión de lo que pueda ocurrir.
2.- Votar de acuerdo con nuestra conciencia. Ya no volveremos a hacerlo tapándonos las narices. Si seguimos votando a los que no nos gusta, pero que son los menos malos, o por cualquier otro motivo, seremos cómplices de nuestra clase política. Así que antes que el voto apestoso, el voto en blanco.
3.- Difundir este MANIFIESTO por Internet, aprovechando que aún no tiene barreras, para que el mayor número de personas se haga eco de él y podamos convertirnos en una fuerza crítica que podamos hacer frente a los abusos y excesos actuales.