Los temas de actualidad, tanto políticos como jurídicos, han sido los predominantes, no obstante la semana pasada decidí escribir sobre Virginia Maestro y de cómo llegué a conocerla, en un artículo denominado "
Hoy, sobre la niña azul". Decidí escribirlo porque me parecía una persona que no sólo tiene una voz especial y unos ojos que enamoran, sino que, por lo que la he visto en los resúmenes de la Academia colgados en la página web de telecinco, es una buena persona. En principio no pensaba, tan pronto, volver a escribir otra vez el tema, pero, a la vista de lo acontecido en la Gala 10 de OT, voy a precipitar los acontecimientos.
Habrá gente que no esté puesto en antecedentes, pero eso tiene fácil solución, que no es otra cosa que empaparse en la página web de Telecinco de todos los resúmenes de la vida de los concursantes en la Academia, de todas sus actuaciones en las sucesivas Galas y de las nominaciones. Lo que no voy a hacer es detenerme en narrar los antecedentes por no aburrir a la gente, ni tampoco quiero dar mi versión de los hechos porque son estrictamente personales, fruto de la información facilitada por mis sentidos de la vista y oido, además, como ya dije, existe una extensa documentación videográfica. Lo que voy a hacer estrictamente es emitir mi opinión sobre ciertos aspectos de lo que está sucediendo en el, por mí redenominado, Operación Tufo (no se me ocurría ningún otro nombre que permitiese mantener intactas las siglas de OT).
Para empezar, ayer, si había algún atisbo de duda, se confirmó la tirria que le tienen a la pobre Virginia, por el mero hecho de ser, según dicen, el ojito derecho de Risto.
La pobre, desde que el experto en marketing y publicidad le dijo en la Gala 0 que por él la llevaba ya de gira, la mayoría de sus compañeros, los profesores (cabe destacar que Manu Guix la quiso echar) y la productora, Noemí Galera, la vieron con malos ojos. Y digo bien, no porque lo haya dicho Risto, sino porque es la conclusión a la que he llegado después de hacer bastante seguimiento del concurso.
Entre los feos o malos modos de los otros concursantes hacia la sevillana destacan, a vuela pluma,
la reacción de Sandra que tomó a mal las palabras de Virginia sobre los sentimientos de añoranza de personas que están fuera;
rajar de ella a sus espaldas, destacando en ese grupo Sandra e Iván; que Noelia, la recién expulsada, no quiso que no posase para una foto que se iba a hacer con los componentes de un grupo invitado; y
, para colmo, el mismo Risto, para facilitarle las cosas más en su convivencia con sus compañeros, le advierte de que sus compañeros la estaban poniendo verde... Aunque, en cierta manera, con sus compañeros se ha normalizado la situación, no es menos cierto que actualmente cuenta con el apoyo de Manu Castellano, los demás, salvo Chipper que ya tiene bastante con aprender español, forman una piña, como se ha visto cuando recientemente pedían el apoyo para salvar a Noelia.
Por otro lado, como dije el otro día, se ha de destacar la importante labor de Noemí en la práctica de mobbing hacia la joven de ojos azules. Si la semana pasada no se cortó un pelo a la hora de acusarla de ser elegida favorita por el público (luego dirá que es una demócrata convencida), consiguiendo que se sintiera culpable de que su condición de favorita iba a conllevar la nominación de otro que no se lo mereciera. ¿Por qué no hizo el mismo reproche a Esther por ser salvada varias veces por el público?. Ayer fue un poquito más lejos aún, diciendo, en contestación a Risto, que un disco de Virginia se lo iba a comprar él. Yo alucino con esta tipa, ¿pero qué le ha hecho la pobre chica para que tratarla así? ¿Es porque es la apuesta de Risto? Y si, tanto le molesta el creativo publicitario, ¿por qué, siendo la productora del programa, lo mantiene en el jurado? ¿Porque sabe que le da audiencia, ergo dinero?
Ayer también me llamó poderosamente la atención que Javier Llanos, el director de Cadena 100, dijese que Virginia haya demostrado una enorme fortaleza por las continuas nominaciones. ¿Sólo por eso? Diría que mucho ha tenido que aguantar con lo que le ha caido desde el principio, mucha presión que ha impedido un normal proceso de pérdida de miedo escénico. Y, por todo eso, cada día la admiro más, y, por eso, a diferencia de lo que dijo Risto ayer pidiendo a sus fans que la sacasen de la Academia para que la cuiden fuera, yo pido a la gente que, por justicia, la apoyen para quedarse en la final mandando FINALISTA VIRGINIA AL 5557. Si se fuera del programa, los perpetradores del acoso y derribo se estarían saliendo con la suya, además, para el poco tiempo que queda, no tiene mucho sentido. Para retirarse hubiera sido mejor hacerlo a las primeras de cambio.
Por último, recomendaría que cambiasen de nombre al concurso, visto que los profesores y los demás miembros del jurado quieren excelentes cantantes en lugar de cantantes que triunfen en el difícil mundo de la música. Lo deberían denominar Operación Cantante Perfecto u Operación Marca Blanca, para nutrir de efectivos a programas como "Al pie de la letra" de Antena 3. Si lo quieren llamar Operación Triunfo tienen que buscar a personas que, no sólo tengan talento, sino que tengan su propio sello personal que los hagan diferentes, como es el caso de la propia Virginia. ¿Para qué le sirve ser el cantante perfecto si luego, por ser igual que otros, o ser una marca blanca, como dijo Risto, va a ser olvidado muy pronto por el público. Sería bueno que bajasen del Olimpo, como si fuera el Pop como las composiciones de Mozart o Bethoveen, y se pusiesen a analizar el éxito que han tenido los ganadores de todas las ediciones, sobre todo en comparación con aquellos que, aunque no ganaron, han triunfado muchísimo más, como Chenoa, Bisbal, Bustamente, Soraya la Poyeya, entre otros.