DIA 24 DEL DIARIO: 26 DEL CONFINAMIENTO
Con la cosa de la moda de los bizcochos, y de la noticia de El Mundo Today, por el que quien no hiciera bizcochos, vería prolongado su confinamiento, ayer decidí ponerme a hacer mi primer bizcocho. Me ha salido muy bien, mejorable, pero me ha gustado. Creo que a este paso voy a acabar rodando por las calles de Infiesto cuando acabe el confinamiento, no sin antes pasar por la tienda de Carolina y comprarme ropa XXXXL. Si no la tiene, que la vaya encargando. Aquí dejo la muestra de mi primer bizcocho:
Por cierto, ha tenido mucho éxito la publicación de FB en el que he mostrado la instantánea que os acabo de enseñar. Y me da la sensación de que Alexandra va a volver a la carga para ver si le salen mejor, al menos su presentación. Y, por cierto, Alfredo no ha dicho ni mu (no le estoy llamado vaca, quiero aclararlo no vaya a ser que crea que le estoy insultando). Eso es buena señal.
Hoy me he despertado a las 8:00 porque me ha sonado el despertador a esa hora, como todos los santos días laborales. Que, ¿por qué sonó el despertador en Jueves Santo? Pues porque no lo desactivé. Y, ¿por qué no lo desactivé? Porque no lo pensé. Así de listo soy.
Después de una hora y media en la cama jugando al móvil y mirando las redes sociales, y que Uli utilizara mi rodilla de almohada, me levanté y fui al baño. Levanté la tapa del WC y empecé a hacer una gran meada y justo, cuando estaba en esa tarea, llaman a la puerta. Seguí un rato en lo que ya estaba porque no había soltado todo lo que había acumulado en la noche. Así que interrumpo la sesión y voy a la puerta. Era el repartidor de Correos Express para entregarme un envío de Amazon. Una vez cantado mi DNI entré el paquete y reanudé lo que dejé a medias. ¿Os había contado algo del mierdas de Murphy y su puta ley? Pues eso.
Después de desayunar, trozo de bizcocho incluido, me puse a limpiar. Otra vez en esta semana. Nunca había limpiado tanto como desde que estoy confinado en casa. Y lo curioso es como compruebas que la mierda se reproduce con una rapidez inusual. Son como los gremlins cuando se mojan pero en lugar de agua con escoba. Cuanto más limpias más mierda aparece. Y ya no digamos la cantidad de pelo que acabo recogiendo todos los días, y precisamente míos no son. Creo que podría dedicarme a hacer almohadas con lo que recojo del suelo.
Y, para no repetir después, que ya llevo dos veces empezando de esa manera, lo cambio por "A continuación" y sigo: me ha dado por seguir con mi campaña de Twitter de #confinamientoconhumor. Colgué uno muy malo y creo que ya empezamos a desvariar todos. He aquí la muestra:
Volviendo a la telenovela de los Sims, para acabar, mientras Fredo y Anuca siguen sus vidas con normalidad, centrados en el trabajo, en consumar como conejos cuando pueden, Manuel se acaba de prometer con Elena. Así que ya tenemos dos parejas que, en principio, se van a casar. ¿Se acabarán casando los dos? ¿Elena se irá a vivir con Manuel? ¿Vivirán los cuatro en la misma casa? ¿Quién se irá de la casa? ¿Será esto Gran Hermano Sims?
Y con esto y un bizcocho, mañana a las ocho. Y no digo otra rima que acabe en 8 porque eso ya lo hacen a menudo los personajes Sims. Hasta mañana. Ser buenos.
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