DIA 25 DEL DIARIO: 27 DEL CONFINAMIENTO
Ayer una cliente del turno de oficio de viogen me llamó sobre las 3 y cuarto y me tocó de hacer psicólogo durante media hora. En condiciones normales no le habría atendido la llamada a esas horas pero, dadas las circunstancias, al final le cogí el teléfono. Para que luego hablen pestes sobre nosotros.
Y hablando del turno de oficio. ¿A que no saben mis queridos lectores cuando me ha tocado la guardia semanal de asistencia al detenido en Cangas de Onís (que incluye el partido judicial de Piloña)? Pues la semana de mi cumpleaños, 9 de junio, y de San Antonio de Padua, patrón de Infiesto, localidad en la que resido, como bien conocéis. Así que no os extrañéis que tenga que asistir a alguien tanto en el día de mi cumpleaños como el sábado. Como mi segunda semana de guardia de viogen, allá por junio de 2012, que justo me llaman por la noche del día de San Antonio, y a hacer un bonito viaje a Llanes. Lo peor es que no encontraba el Cuartel de la Guardia Civil, al menos no donde me decía google maps. Así que tuve que utilizar el sistema tradicional de preguntar al primer viandante que me encontré. Generalmente he sido muy afortunado con las guardias, ya que me ha tocado en la semana del día de Asturias, en la de nochebuena, nochevieja, Semana Santa e incluso, en 2014, me encasquetan una guardia el mismo día que tenía planeado viajar a Cartagena al bautizo de mi sobrina Marina. En último orden de letrados, atípico que llegasen a llamarme, no obstante, apalabré con mi mentor que me sustituyera. Y justo fue bajar en tren por Pajares y aviso al móvil. Y no cualquier aviso sino uno que tenía muy mala pinta, y tal que así fue ya que se trataba de una redada de la Policía Nacional en una macrocausa de narcotráfico. En aquellas fechas eran cuatro tomos. Así, pues, espero cualquier cosa en esa semana. Todo menos poder celebrar mi cumpleaños con normalidad.
Por otro lado, he de confesar que el confinamiento me está afectando, sobre todo el hecho de leer chistes malos para colgar los más potables en Twitter en mi campaña #confinamientoconhumor, en la que parece que a una tuitera la hago reír. Pues eso, que ayer a una socia que comentaba que a ver si se inspira (para escribir un artículo) y voy yo y le digo: "no te olvides de expirar".
Hoy segundo día que Alfredo no me da los buenos días, pero si lo hizo Eva que me animó a escribir un relato del confinamiento en La Nueva España, pero con un limite de 300 palabras. No sé yo cómo puedo condensar un mes con tan pocas palabras. Será algo como me despierto, meo, desayuno, hago ejercicio, paseo a Uli, escribo mi diario, como, cago, saco a Uli por última vez, veo Netflix y duermo. Y así todos los días del confinamiento. ¿Cómo lo ven? Bien aburrido. Otra opción es optar por el uso del lenguaje de los jeroglíficos, que sería poner imágenes a boleo por mi ignorancia en ese campo y que salga lo que Dios quiera y que no haya un experto que lo lea y piense que me estoy ciscando en su madre.
No quiero quejas de nuevo de Alexandra, pero si hablo de meadas otra vez no es culpa mía. Esta vez fue Eva que me dice que la hija de perra se meo en una alfombra. Eso sí tardó bastante en darse cuenta de que había vaciado los esfínteres en una alfombra. Al menos a la chucho no la molestó un repartidor.
Y, ya para acabar, sigo con la telenovela Sims. Os cuento que se casaron Fredo y Anuca, se gastaron un dineral en una boda, pero no salió todo perfecto, no había tarta, y la novia, por dos veces, se fue a un sofá a dormir una siestuca. Estaba muy cansada.
Fredo y Anunca, arreglados y en un local con invitados pero sin cura, ni juez, ni alcalde que oficie la ceremonia. Me da la sensación de que la boda no es muy legal.
Al día siguiente, Manuel y Elena se animaron y siguieron los pasos pero sin tanta pompa y más bien a lo cutre. Aquí se les puede ver en pijama los dos. ¡Qué poco romántico es Manuel!
En fin, los cuatro viviendo en una casa que no es muy espaciosa. ¿Se llevarán bien las dos parejas? ¿Habrá disensiones? ¿Alguno abandonará la casa? ¿Durará para siempre el amor?
Mañana más. Ser buenos.
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Arggggg eran 100 palabras.
ResponderEliminarMe meé y con ganas.
Y no había otro sitio pa hacerlo?
ResponderEliminarArggg sí
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