Ayer las urnas hablaron y dieron la victoria al PP en Galicia, como era de esperar, dándole además la posibilidad de formar Gobierno al obtener 39 escaños, uno más de los necesarios, y al PNV en el País Vasco, aunque, en este caso, pueden perder por primera vez el poder, después de casi treinta años, en virtud, al menos, de un eventual apoyo del PP al candidato socialista, Patxi López (el voto de los emigrantes dará el escaño número 25 a los socialistas). Como miembro del Partido Popular puedo decir que estoy satisfecho porque, en primer lugar, mi partido recupera el poder en Galicia, que nunca debió de perderlo, pero Fraga se empeñó en seguir presentándose incumpliendo su palabra; en segundo lugar, porque el PP vasco, pese a la bajada de votos, es llave de la gobernabilidad por primera vez; en tercer lugar, porque el liderazgo de Rajoy ha salido fortalecido; y, por último lugar, las gallegas ha supuesto un traspiés a la gestión de Zapatero por los malos resultados obtenidos en las ciudades más importantes.
Como ya anticipé el 1M ha supuesto un reforzamiento del liderazgo de Mariano Rajoy, al que se le venía cuestionando desde las elecciones generales de hace un año, pese a un incremento considerable de votos, y pese a obtener un amplio apoyo en el famoso Congreso de Valencia. Incluso algunos estaban afilando los cuchillos a la espera de que Feijoo se estrellase, pero, por ahora, se la van a tener que envainar, incluso algún medio de comunicación hoy se habló de la crisis económica en lugar de comentar los resultados electorales, como si no se hubieran producido. Aunque diga esto no significa que sea rajoista o marianista, cosa que, por supuesto, no soy, pero si considero que el actual Presidente del Partido Popular es el que debe tomar las decisiones que crea que son mejores, sin que nadie le esté machacando por ello. No digo que haya que callar, pero sí creo que se ha de actuar con responsabilidad y criticar con justicia y con respeto sus decisiones. Lo que no es admisible es que, por lo mismo, se le critique y se ensalce a Esperanza Aguirre, como ocurrió con lo de la dimisión del Alcalde de Boadilla del Monte.
Por otra parte, aunque haya quien critique los resultados del PP en el País Vasco, en el que ya he visto alguna petición de dimisión de Basagoiti como Presidente del PP vasco, yo personalmente los considero buenos, por la sencilla razón de que se ha conseguido por primera vez ser llave de Gobierno, ya sea apoyando a Patxi López o al PNV, aunque espero que esta segunda opción no se dé en ningún caso. Ha aguantado bien el tirón, se ha quedado en un meritorio tercer lugar, con 13 escaños, bajando dos con respecto de las anteriores y dos puntos porcentuales (de 17 a 15%). Aunque alguno se alarme por la pérdida de 65.670 votos, y se base en ese dato para pedir la cabeza de Basagoiti, no es menos cierto que María San Gil perdió en 2005, con respecto a las de 2001, la friolera de 116.319 votos y nadie pidió su dimisión. Pero bueno espero que ocurra lo que tenga que ocurrir y no es otra cosa que, por higiene democrática, pase el PNV una temporadita en la oposición para que se les aclaren las ideas y se adapten a vivir fuera del poder.
Por último, Zapatero no ha quedado muy bien en estas elecciones porque, por un lado, han perdido el poder en Galicia, por cierto, con total justicia porque deberían haber subido al menos un escaño aprovechando que era su primer mandato; y, por otro lado, sabe que si quieren gobernar en el País Vasco ocupando por primera vez la lehendakaritza, ha de pasar por el apoyo del PP, ese partido al que la casualidad hizo que apareciese Garzón filtrando partes de un Sumario bajo secreto a la prensa en las cercanías a una campaña electoral, o que, de vez en cuando, recibió algún recado de Pepiño Blanco... Todo esto sin olvidar que en las zonas más populosas de Galicia, el PSdeG ha sufrido un fuerte retroceso (11.000 votos en Coruña, 3.000 en Ferrol, 2.000 en Pontevedra o 5.000 en Vigo), y que el aumento de la participación no era para favorecer a la izquierda sino para castigar a los que estaban en el poder, en este caso la dupla PSdeG-BNG. Así que, por el bien de España y de los españoles, más nos vale que analice bien los resultados y actúe en consecuencia.